Sin Cara fue víctima de las redes sociales. Fue gracias a estas que surgió una amistad entre él y el futbolista Raúl Jiménez. Para el luchador de la WWE fue una sensación especial el haber visto al delantero mexicano, celebrar un gol portándo su máscara. Desde la primera vez que lo hizo, lo contactó por internet y surgió lo que ahora es una de las mejores 'duplas' del deporte mexicano actual.
Raúl Jiménez y Sin Cara, una amistad gracias a las redes sociales
Durante su visita a TUDN, el luchador reveló cómo conoció al delantero y cómo su festejo generó una brutal euforia en Wolverhampton.
"(Nuestra amistad) nació por medio de las redes sociales -risas-, porque cuando él jugaba en el Benfica (2017), anotó un gol, s e puso una máscara de Sin Cara. Le escribí y me dijo que la compró en internet. Le regresamos el gesto regalándole una máscara original de su antiguo equipo", recordó el luchador.
"Cuando firma con los Wolves, la gente no conocía al equipo, pero nos dimos cuenta que tenía mucha historia ese club. Entonces, la gente nos empezó a decir que por qué no hacíamos una máscara en honor a Raúl Jiménez y a su nuevo equipo", añadió durante una charla en las oficinas de TUDN.
Sin Cara sabe que esto marcó, de forma especial, su vida profesional. Si bien él ya era conocido en Inglaterra, el fanatismo por él se acrecentó a raíz de aquel gol que marcó Jiménez durante la Semifinal de la FAC Cup ante Watford. Incluso, el luchador aprovehó para narrar ese tanto que recuerda con mucha alegría, misma que, hace cuatro meses, lo llevó a hacer una máscara especial para Wolverhampton.
"Me tardé un poquito y al final la hicimos. Luego puse el video en las redes sociales se volvió una locura cuando anotó el gol en Wembley y él celebró. Fue algo que en todo el mundo se supo y de ahí nació toda esta locura que ha sido con Raúl jiménez y los Wolves".
Ahora, Sin Cara está consciente del protagonismo que ha tomado en Wolverhampton y le llena de orgullo el ser parte de una 'revolución' en la cultura deportiva inglesa. Niños portan su máscara; los adultos la comercializan; Raúl la porta, pero él, Sin Cara, la pone en alto cada que sube al cuadrilátero.