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    Ricksen: un futbolista víctima de la enfermedad terminal de la neurona motora

    El holandés tuvo una agitada carrera y ahora habla mediante una computadora: las neuronas de su cerebro y médula ósea están afectadas.


    Por:
    César Martínez Valenzuela.


    Desde el 2013, el ex jugador holandés Fernando Ricksen hizo pública su condición de enfermo terminal de la neurona motora. Se trata de un diagnóstico cuya expectativa de vida es de 18 meses. Él todavía vive, pero ya no puede moverse ni hablar.

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    En su carrera jugó en el Fortuna Sittard y el AZ Alkmaar de Holanda, en el Glasgow Rangers de Escocia y en el Zenit de San Petersburgo de Rusia. A pesar de ser un aguerrido defensa lateral, solamente disputó 12 partidos con la selección neerlandesa tras recurrentes problemas disciplinarios y de alcoholismo.

    Reveló su padecimiento en un programa televisivo al cual acudió para presentar su autobiografía. Vincent de Vries, el amigo que le ayudó a escribir sus memorias, confesó que muchos televidentes creyeron que Ricksen estaba borracho en el set, dado que tenía serias dificultades para expresarse. También rompió en llanto.

    Ricksen jugando para el Rangers en el 2003.
    Con el Zenit de Rusia ganó la Copa de la UEFA 2008.
    Dick Advocaat fue su gran maestro en los banquillos.
    En el 2014 el Fortuna Sittard le organizó un partido a su beneficio.
    Con su esposa Verónika y su hija Isabella, que ahora tiene seis años.
    El mítico Ronald de Boer.
    Giovanni van Bronckhorst, ex del Barcelona y de la selección de Holanda.
    Marc van Bommel también estuvo ahí para apoyarlo.
    Ricksen aún podía trotar pero no podía contener las lágrimas.
    Poco a poco fue perdiendo su capacidad motora.
    Su esposa no se ha apartado de su lado.

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    Imagen CARL REDHEAD/AFP/Getty Images
    Ricksen jugando para el Rangers en el 2003.


    Fighting Spirit, la autobiografía, fue terminada cuando los doctores aún desconocían cuál era su condición. En ella se relatan las riñas de Ricksen contra compañeros de equipo y rivales, así como sus excesos con la bebida y las mujeres. Ricksen reconoce que despilfarró su salario creyendo que no habría mañana en sus días de éxito deportivo. Ahora vive en una clínica a las afueras de Glasgow, donde hace apariciones públicas para recaudar fondos.

    Preguntado sobre si pensó en la eutanasia, ya que en Holanda es legal, Ricksen la descartó diciendo que vive por su hija de seis años, Isabella, procreada junto con su esposa rusa Verónika. Verónika ha declarado que prefirió decirle a Isabella que su padre no puede moverse ni hablar porque es más viejo que los padres de otras niñas.

    En el 2014 ex compañeros suyos como Giovanni van Bronckhorst, Marc van Bommel, Ronald de Boer y el ucraniano Anatoliy Tymoschuk jugaron un partido con el Fortuna Sittard a su beneficio cuando él aún podía mantenerse de pie. Conforme fue perdiendo la motricidad aprendió a usar una computadora especial manipulada con el movimiento de sus ojos para escribir, navegar por internet y enviar mensajes de WhatsApp.

    Recientemente un seguidor del Celtic de Glasgow, archirrival del Rangers, irrumpió en una convivencia de Ricksen con sus fans: "Fernando, tú fuiste una espina enterrada para mí cuando eras jugador, pero ahora tienes todo mi respeto y por eso estoy aquí. Eres una inspiración."

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