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    Se disculpó por su costoso error ante Alemania y los chilenos lo apoyaron

    Corría el minuto 20 cuando Marcelo Díaz fue 'capturado' entre Timo Werner y Lars Stindl para el 1-0 final de la Confederaciones.


    Por:
    TUDN

    En Chile lo apodan como 'El Xavi' sudamericano por su fino trato de balón.

    Imagen @Chelodiaz_21
    En Chile lo apodan como 'El Xavi' sudamericano por su fino trato de balón.

    Horas después de perder ante Alemania la final de la Copa Confederaciones Rusia 2017, el mediocampista chileno Marcelo Díaz asumió su responsabilidad por perder la pelota que acabó en el 1-0 definitivo.

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    ‘Queridos Chilenos, en este momento tan difícil quiero agradecer a cada uno de ustedes por el apoyo que me están brindando, me hacen sentir especial e importante’, comienza a leerse su mensaje en su cuenta de Instagram.

    La escuadra entrenada por Juan Antonio Pizzi basa su estrategia en el propio Díaz como encargado de sacar la pelota limpia desde el fondo. Para esto, Díaz se coloca en medio de los zagueros, por lo cual una pérdida de balón se traduce automáticamente en peligro de gol.

    Como se preveía, Chile asumió la posesión de la pelota y Alemania atacó mediante contragolpes veloces y directos. Pero los detalles son muy interesantes porque fue un ajedrez.
    Joachim Löw hizo rotaciones: respecto al duelo ante México, ingresó a Shkodran Mustafi, defensor central de buena temporada en el Arsenal de Inglaterra.
    Fue una línea de tres zagueros por el centro más dos laterales/volantes (Jonas Hector y Joshua Kimmich) por los costados.
    Por su parte Juan Antonio Pizzi también rotó, pero de sistema: no usó el 4-3-3 de la Copa América Centenario, sino un sistema híbrido.
    Se trató de un 4-4-2 con 'rombo' en el medio campo. Es un sistema poco usado. Y es que concentra todo el juego en la zona medular.
    Pizzi formó a su escuadra así porque cuenta con una generación de jugadores dotados técnicamente para mover el balón en espacios reducidos.
    Una de las claves del sistema de espacios reducidos de Pizzi es que Arturo Vidal es un futbolista total, capaz de desplazarse adelante y atrás, por fuera y por dentro.
    Alemania y Chile demostraron que los mejores equipos ejecutan la presión alta. Además están preparados para soportarla: tienen guardametas con juego de pies.
    No por nada, tanto Claudio Bravo como Marc-André Ter Stegen compartieron vestidor en el FC Barcelona, escuadra difícil de presionar.
    Sin embargo, Joachim Löw identificó que Marcelo Díaz es la salida chilena y mandó presionarlo con uno y hasta dos jugadores.
    Así llegó a los 20 minutos del primer tiempo el gol de Lars Stindl.
    Stindl atacó a Díaz por derecha y, cuando Díaz giró al otro lado, perdió la pelota con Timo Werner, quien aprovechó que Stindl no tenía marca para asistirlo.
    Tácticamente, el gol de Stindl fue una copia del 1-0 de Chile a Alemania en la fase grupal, anotado por Alexis Sánchez. Acá el presionado fue Sebastian Rudy.
    Con el 1-0 en la Arena Zenit de San Petersburgo, Alemania dejó de presionar y se centró en reducir (aún más) los espacios. Joshua Kimmich fue puesto para esperar a Vidal y lo cubrió a la perfección.
    Como era de esperarse, Chile dominó abrumadoramente la posesión. Sin embargo, llama la atención que Alemania cometió más faltas que 'La Roja'.
    Y es que Alemania también recurrió a la falta táctica para cortar los ataques chilenos desde su origen. Son infracciones leves, pero muy eficaces.
    Mientras tanto, Chile debió quedarse casi mano-a-mano atrás. En ese rol, Gary Medel (quien nominalmente es mediocampista), es uno de los mejores zagueros del mundo y ya ha neutralizado a Messi.
    El riesgo de marcar en el mano-a-mano es que las faltas son más violentas. Aunque Jara hizo un buen anticipo sobre Timo Werner, le pegó un codazo de tarjeta roja directa.
    El gran número de faltas alemanas y la violencia de las faltas chilenas hicieron que los ánimos se caldearan y Chile perdiera el control del partido.
    Cuando dos equipos dotados técnicamente como Chile y Alemania se enfrentan en espacios muy reducidos, es imposible evitar los contactos físicos. Esto supone un desafío para el videoarbitraje.
    Pese a la excelente organización defensiva alemana, Edson Puch usó su calidad individual en una extraordinaria asistencia sobre menos de un metro cuadrado.
    El balón llevaba tanta velocidad que Ángelo Sagal no lo conectó bien y desperdició la oportunidad más importante de igualar.
    Defender en espacios reducidos, como hizo Alemania, también implica hacer pocas recuperaciones limpias y muchos rechaces: Chile tuvo un sinnúmero de tiros de esquina a favor.
    De tiro libre, Alexis lo intentó al palo de Ter Stegen, pero el guardameta demostró que tenía su poste bien cubierto, que estaba concentrado.
    El silbatazo final nos ofreció esta imagen: 22 futbolistas concentrados en menos de 30 metros cuadrados. Se trata del micro-fútbol.

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    Imagen Getty y FIFA.
    Como se preveía, Chile asumió la posesión de la pelota y Alemania atacó mediante contragolpes veloces y directos. Pero los detalles son muy interesantes porque fue un ajedrez.

    ‘Les contaré una historia: Hace casi 14 años me tocó vivir la situación más dolorosa de mi vida familiar con el fallecimiento de mi querido hermano, hoy casi 14 años después me tocó vivir la situación más dolorosa en el fútbol por un error garrafal que nos perjudicó…’

    ‘… Pero lo que tengo más claro es que me debo poner de pie y seguir luchando día a día porque la vida es así y siempre lo he dicho, la vida es para los valientes’, continuó el mediocampista chileno, quien juega en el Celta de Vigo.

    El 1-0 de Alemania ocurrió al minuto 20, cuando Díaz realizaba una salida con balón de rutina. Lars Stindl y Timo Werner lo presionaron en conjunto y perdió el balón, ocasionando una oportunidad clara frente al guardameta Claudio Bravo que los teutones no perdonaron.

    Díaz puso como posdata:

    ‘Caer está permitido, levantarse es una obligación’.

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