Tras el 4-0 sufrido por el FC Barcelona en el Parque de los Príncipes surgieron dos explicaciones para tal debacle: que fallaron las individualidades (desde el consagrado Messi hasta el criticadísimo André Gomes) y que falló el toque en la media (Busquets e Iniesta brindaron su peor juego).
Análisis: esta es la clave de la paliza del PSG al Barcelona
La escuela del “tiki-taka” con que el Barça lo ganó todo privilegia conceptos como el toque y la calidad individual a costa del esfuerzo colectivo.



















Sin embargo, la falla de las individualidades del Barcelona implicaría que las del PSG salieron en plan grande. Esto quizás es así para el caso particular de Ángel Di María, pero hombre por hombre la escuadra de Unai Emery (con “desconocidos” como Kurzawa, Kimpembe o Meunier) es inferior a la de Luis Enrique.
En otras palabras, no se puede hablar ni de fallas individuales ni de escaso control de medio campo como explicación al dramático colapso del Barcelona. La explicación más convincente es que el PSG, colectivamente, (como equipo y no como grupo de individuos), jugó mejor que su rival.
Al final de cada partido de Champions League, la Uefa publica en su portal un reporte estadístico detallado. Pases acertados, pases fallados, intercepciones, centros, tiros, etcétera.
Además de disparar más del doble de veces que el Barcelona (16 contra siete en total), el PSG corrió ocho kilómetros más (113 contra 105). La Uefa calcula cuánta distancia recorre cada jugador mediante tecnología de detección de calor y al final suma los acumulados para determinar qué equipo corrió más.
Aunque la distancia total recorrida parece un número irrelevante, en realidad se trata de la clave del fútbol de élite (dispara más quien más veces llega a posición de disparo, y esto se logra corriendo). En el 2013, el analista inglés Michael Cox halló que el Borussia Dortmund de Klopp logró vencer al Arsenal de Wenger porque los alemanes corrieron más (117 kilómetros contra 106 kilómetros).
“Todos los entrenadores hablan sobre movimiento, sobre correr mucho. Yo digo que no es necesario correr tanto. El fútbol es un juego que se juega con el cerebro” decía Johan Cruyff, la leyenda holandesa que fundó la escuela del “tiki-taka” en el FC Barcelona. En vida, Cruyff solía restar importancia al esfuerzo colectivo porque él era un crack total, uno de los mejores individuos de la historia.
Con un once parchado e incapaz de competir por el control del medio campo contra el Barça, el París Saint-Germain logró una victoria contundente porque como equipo superó a su rival (anotó más porque disparó más porque corrió más). A menos que Messi y compañía logren la voltereta, este 4-0 es sinónimo de un cambio de paradigma en el fútbol internacional.