Las mesas importan en el futbol, hay unos que se sientan en la de equipos élite y otros, simplemente, son relegados a las de los platillos menos ostentosos: el Bayern Múnich vio cómo el Barcelona se sentaba en la que le corresponde a la élite europea y, de forma poco amable, le quitó el plato y lo mandó al lugar que ahora le corresponde, fuera de los contendientes.
Barcelona 0-3 Bayern Munich, Champions League 2021-2022. Goles, resultado y resumen
El cuadro alemán vuelve a golear a unos blaugrana impotentes en Champions League.
Una fábula que ya se ha visto en varias ocasiones, pero no por ello menos dolorosa en Cataluña con un Bayern Múnich que volvió a golear al Barcelona, ahora 3-0 en el inicio de la Fase de Grupos de la Champions League.
Un guión tan anticipado que eliminó definitivamente el factor sorpresa con un Barcelona que todavía tenía en el cerebro un taladro llamado 8-2 en Lisboa y que se parece cada vez más a aquellos blaugranas aspirantes a una que otra alegría en una noche europea que a auténticos contendientes. Los de Ronald Koeman se sabían inferiores y saltaron al Camp Nou con ese rol, abrazaron el papel secundario e ínfimo sin reparo ni pudor ante un contexto que ha sido un calvario en los últimos años.
El Bayern oli´o sangre desde el principio, los de Nagelsmann se sabían superiores y jugaron como tal, pero sin apretar el acelerador en lo que era apenas su primer partido europeo en la campaña, no había necesidad. El vuelo a la ciudad condal incluía pasaje, hospedaje y tres puntos en la Champions League y los alemanes no se volvieron locos y soportaron las tímidas sublevaciones blaugranas.
Con un 3-5-2 esperado, Koeman se alejó de improvisaciones, su equipo no iba a recibir ocho goles pero tampoco aspiraba a una gloria milagrosa, poco por hacer salvo esperar a que el factor psicológico, la suerte o los Dioses jugaran para el bando catalán y, spoiler alert: nada de eso apareció. Quien sí lo hizo fueron los tres hombres que juegan atrás de Lewandowski para arrebatar pelotas en zona de seguridad y darle trabajo extra al portero Ter Stegen, primero Sané y luego Musiala.
La presión fue demasiada y un viejo conocido del Camp Nou se decidió a reflejar el marcador la superioridad bávara, aunque sea con algo tan "corto" como un gol: Thomas Müller logró el primero del encuentro de una forma fortuita, más difícil que las que había tenido el Bayern, pero contaba al fin, gracias a un desvío también que dejó sin chances a Ter Stegen.
Como si no hubiera charla en el vestidor, los locales cedieron todavía más protagonismo en el segundo tiempo, quizás el único giro de tuerca que nadie veía venir ante un equipo que no tenía ni la pelota, ni el marcador, ni los jugadores y, ahora, tampoco el honor para competir. Lewandowski a los 56' dio el segundo tanto en el encuentro al empujar un balón precedido de un poste de Musiala en un tanto que, por momentos, parecía que hasta el Barcelona lo deseaba.
El Barcelona se sintió poderoso solo cuando el Bayern bajó los brazos y llegó la avalancha de cabmios de los cuales, solamente llamó la atención Coutinho y sus ganas, aunque el Bayern volvió a someter todo ímpetu al lograr la tercera anotación con la que dejaba claro, por si quedaban dudas, que los 'Culés' ya no forman parte de la élite europea.