Real Madrid entró oficialmente en crisis tras caer por 3-2 este miércoles ante el Shakhtar Donetsk, partido que marcaba el debut de ambos equipos en el Grupo B de UEFA Champions League 2020-21.
Crisis: Real Madrid cae ante un Shakhtar con varios suplentes
El club blanco perdía 3-0 al descanso y su reacción en la segunda parte no le alcanzó para empatar.
El primer tiempo fue un verdadero repaso del conjunto ucraniano que castigó la pasividad y las lagunas defensivas de un conjunto blanco que parece no haber aprendido la lección de la derrota del sábado contra el Cádiz (0-1), tanto así que al descanso los merengues iban detrás en el marcador por 3-0.
Salvó el belga Thibaut Courtois, otra vez, en el minuto 13 un mano a mano del ucraniano, brasileño de nacimiento, Marlos que no sirvió como aviso para los locales, pero sí para aumentar la confianza de un conjunto ucraniano que llegó mermado con ocho bajas por coronavirus.
La falta de intensidad de los de Zinedine Zidane se mantuvo y el marcador retrató al Madrid. Tete, a los 25 minutos, marcó el primero tras aprovechar una asistencia del lateral izquierdo Viktor Kornienko con una internada sin oposición alguna.
Posteriormente, a los 38 minutos, un tanto en propia puerta del francés Raphael Varane al tratar de evitar que un delantero visitante aprovechara un rechazo de Courtois ponían el marcador 2-0, y luego Solomon, con una buena definición, dejaban el 3-0 en contra en 45 minutos.
El Real Madrid no recibía tres goles en un primer tiempo de un partido de Champions desde septiembre de 2005 ante el Lyon y por primera vez en casa desde febrero del 2000 ante el Bayern de Múnich.
Con más ganas que fútbol y con la entrada de Karim Benzema, que sorprendentemente fue suplente en cambio de Luka Jovic, el Madrid mostró otra cara, al menos en ataque. Y gracias a ello, Luka Modric, con un hermoso tanto de media distancia, anotaba el 3-1 al minuto 54 que prendía la ilusión a los de Zidame.
Acto seguido, el Shakhtar tuvo como aumentar la cuenta pero desperdiciaron una opción clarísima y seguía dejando vivo al Madrid.
El Madrid se iba encima y en la primera pelota que tocó Vinicius, que reemplazó a un discretísimo Jovic, el brasileño anotaba el 3-2 tras robar él mismo un balón en campo de los ucranianos a los 59 minutos.
Ese tanto dejó completamente abierto el partido, con un conjunto blanco volcado por el empate, eso sí exponiéndose a los contragolpes de un conjunto ucraniano que metía miedo con esa fórmula.
En esa etapa el conjunto blanco demostró su evidente falta de ideas y, salvo alguna acción individual o un centro de costado, no generó demasiado riesgo y volvió a caer en casa, su segunda derrota seguida justo antes enfrentarse el sábado en el Clásico contra el Barcelona.