Raúl Méndez | Pep vs Tuchel, duelo de maestros

Mientras coincidieron en Alemania siempre hubo elogios de Pep Guardiola hacia Thomas Tuchel. Cada vez que se enfrentaron el catalán no tuvo reparos en identificarlo como un rival estudioso que representaba un reto mayúsculo.

Pep es el estilo Barça con ADN holandés basado en el juego de posesión con pases cortos mientras el alemán encarna el de las transiciones rápidas, especialmente con contragolpes letales, y defensa compacta.

Para definir al nuevo rey de Europa tenemos final inglesa con entrenadores extranjeros.

La Premier League se distingue por ser previsora en organización como modelo de negocio global y por eso es la que más dinero genera mundialmente al ofrecer un gran producto. Presupuestos equilibrados que le permiten a cualquiera de sus clubes firmar estrellas internacionales porque la repartición de las ganancias es más equitativa. En general, sus partidos son dinámicos sin lugar a la especulación y mantienen la emoción hasta el último minuto.

Ya tenían a los jugadores y decidieron ir por los entrenadores.

Un tema tabú durante décadas. La figura del Mister era incuestionable, los estrategas ingleses fueron como misioneros llevando el football por todo el planeta y gozaban del respeto y admiración por su conocimiento. Con el surgimiento de nuevas formas de concebir el juego se fueron rezagando a tal extremo que desde el surgimiento de la Premier ningún entrenador inglés ha sido campeón. El último fue Howard Wilkinson al frente del Leeds curiosamente en la última temporada de la Football League First Division.

Hagan el ejercicio de preguntarse a quiénes consideran los mejores entrenadores de la liga inglesa y en su respuesta se darán cuenta que probablemente no mencionaron a ningún estratega local.

Para no quedarse atrás de las nuevas tendencias del juego, en los años recientes los clubes han buscado a los estrategas más venerados como Guardiola, Tuchel, Jürgen Klopp, Marcelo Bielsa, Carlo Ancelotti o en su momento Jose Mourinho y Mauricio Pochettino.

La mayoría encabeza equipos que, son propiedad de algún millonario extranjero, o son una empresa más en el portafolio de negocios de un grupo de inversión.

Si gana el City será la reivindicación de un estilo que ni el FC Barcelona ha podido plasmar en la cancha. No menos cuestionable para Guardiola porque lo conseguiría pagando cualquier precio. El catalán ha dispuesto de recursos casi ilimitados para reforzarse con el fin de jugar como quiere aunque también se quitaría el estigma de no ganar la Liga de Campeones sin Lionel Messi.

En caso que la corona vuelva a manos del Chelsea recompensará al equipo que más invirtió en plena pandemia. El mecenas ruso Roman Abramovich fue pionero entre los dueños no ingleses para gastar sus petrodólares.

Como ocurrió con Roberto Di Matteo, los Blues conquistarían la Orejona bajo el mando de un entrenador emergente aunque obviamente es mayor el cartel de Tuchel que el del malogrado italiano que no dirige desde 2016.

Pep no puede permitirse una tercera derrota frente a Tuchel en menos de dos meses.

Final europea a la vista. Hasta la próxima semana. Cuídense mucho, por favor.