La UEFA anunció este martes un minuto de silencio en todos los partidos de sus competiciones esta semana tras la tragedia en el estadio Kanjuruhan en Indonesia.
UEFA prepara minuto de silencio por tragedia en Indonesia
Tres competiciones de la UEFA rendirán homenaje a las víctima del futbol indonesio, donde hay suspensiones de por vida.
"Este momento de silencio tendrá lugar en todos los partidos de la UEFA de esta semana ( Champions League, Europa League, Conference League y eliminatorias de la Copa del Mundo Femenil)", aseguró el comunicado.
Se rendirá homenaje a los 125 fallecidos este sábado durante la invasión de campo de los aficionados del Arema tras la derrota ante el Persebaya Surabaya. De las víctimas se estima que había 33 menores, de entre 4 y 17 años, y dos policías. Además se han contabilizado unos 300 heridos fruto de la estampida que se produjo tras la intervención policial con gas lacrimógeno.
CASTIGO DE POR VIDA A RESPONSABLES DE LA TRAGEDIA EN INDONESIA
Las autoridades de Indonesia suspendieron este martes de por vida a un directivo y al responsable de seguridad del club de futbol Arema debido a la estampida en su estadio en la ciudad de Malang (oeste), en el que murieron al menos 125 personas.
Erwin Tobing, del comité disciplinario de la federación de futbol indonesia, anunció en rueda de prensa la suspensión del jefe ejecutivo del club, Abdul Haris, por ser responsable de la logística y al jefe de seguridad Suko Sutrisno del estadio Kanjuruhan.
La tragedia ocurrió el sábado por la noche después de que miles de aficionados del Arema irrumpieran en el campo del estadio tras una derrota 2-3 ante el Persebaya Surabaya y se enfrentaran a la policía, que provocó una estampida al disparar gases lacrimógenos.
Previamente, los organizadores acordaron que los hinchas del Persebaya no acudieran a este partido para evitar incidentes violentos, habituales en el futbol indonesio.
Sin embargo, tras no perder en casa contra el Persebaya Surabaya en más de 20 años, los fanáticos del Arema saltaron al campo de juego, lo que desencadenó una serie de incidentes que terminaron con la muerte de al menos 125 personas, incluidos 33 menores de entre 4 y 17 años y dos policías, además de unos 300 heridos.
Ante el aumento de la violencia, la policía que estaba en el campo respondió cargando con porras y lanzando gas lacrimógeno, lo que hizo cundir el pánico entre los aficionados que huyeron en masa hacia las salidas del estadio, algunas de las cuales estaban cerradas.
La mayoría de las víctimas fallecieron por asfixia, traumas o pisoteados, según indicaron fuentes hospitalarias y testigos.
En su reglamento, la FIFA prohíbe el uso de los gases lacrimógenos dentro de los campos de futbol debido a su peligrosidad en estos entornos.