Con la llegada de la llama olímpica a Marsella el miércoles se abre en Francia un periodo de fuerte seguridad en un clima de alta tensión, que culminará con la ceremonia de apertura el 26 de julio en París y que durará hasta el final de los Juegos Olímpicos Paris 2024.
Francia inicia un periodo de seguridad "nunca antes visto" para los Juegos Olímpicos
Del 8 de mayo al 10 de septiembre Francia estará atenta ante cualquier posible ataque contra los Juegos Olímpicos.
"Del 8 de mayo al 10 de septiembre, no hay vuelta atrás", resume un alto cargo del ministerio del Interior, donde las reuniones sobre los Juegos Olímpicos son prácticamente diarias.
La primera etapa de este "desafío de seguridad nunca antes visto" es la llegada de la llama a bordo del velero Belem a Marsella, con un gran dispositivo con 6,000 miembros de las fuerzas del orden movilizadas.
Sumando a los policías municipales y otros agentes de seguridad, "nunca" en la historia de la segunda ciudad de Francia ha habido "tanta seguridad desplegada", según el alcalde Benoît Payan.
La llama emprenderá entonces un largo camino de 12,000 kilómetros que le llevará por mas de 400 localidades del país, incluyendo sus territorios de ultramar, antes de llegar el 26 de julio a París en la ceremonia de apertura.
En caso de ataque terrorista, es el GIGN, la únidad de élite de la Gendarmería, la que debe intervenir. Sus miembros estarán "en todo momento" a "proximidad" de la llama, explicó recientemente el ministro del Interior Gérald Darmanin.
A lo largo de su recorrido, una "burbuja" formada por 115 policías y gendarmes protegerán constantemente la llama, a los que se les añadirá un centenar de fuerzas móviles.
El objetivo es evitar el fiasco ocurrido en 2008, durante el paso de la llama por París antes de los Juegos de Pekín, que tuvo que ser interrumpido tras incidentes con manifestantes que denunciaban la política de China en el Tíbet.