El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México se convirtió en una auténtica fiesta para recibir al ganador de las preseas de plata y bronce en el Trampolín de 3m.
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El Cielito Lindo, famosa canción que llena de orgullo a los mexicanos, fue la ideal para darle la bienvenida a Osmar Olvera, que puso el nombre de México en lo más alto en los Juegos Olímpicos.
Acompañado de su mamá y recibido por otros familiares que le llevaron flores, globos y regalos, el clavadista mexicano de 20 años lució una enorme sonrisa mientras mostraba sus metales olímpicos.
"Mucho, trabajo, el lograr mis objetivos... no sé, es algo muy bonito, espero haber inspirado a niños, niñas, adolescentes, adultos también, que si luchan por sus sueños lo van a lograr, créanme, espero que logremos un México más unidos, que salga adelante y estoy muy contento, representan mucho esfuerzo, mucha disciplina, días buenos, malos".
