México

    Oribe y Raúl, lo que pudo ser y, quizá, no será

    Oribe Peralta y Raúl Jiménez han marcado el gran inicio del América en el Apertura 2014. Una dupla que podría ser histórica, pero que está por romperse.


    Por:
    TUDN

    Por Omar Carrillo H.

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    Lo de América ya es de récord. Tenían 12 años sin iniciar con cuatro victorias consecutivas, la última vez que lo consiguieron fue en el Apertura 2002. Y en las cuatro fechas, Oribe Peralta y Raúl Jiménez, siempre han tenido algo que aportar.

    Las tres primeras jornadas basaron su éxito, sus triunfos, en una delantera -encabezada por los dos delanteros- que supo cubrir los errores y la falta de acoplamiento de su defensa, pero en la cuarta, en la victoria de América ante Tigres, el equilibrio ha sido la marca que dejó en el Universitario.

    Y se vuelve de más mérito si se mira que Paolo Goltz, Paul Aguilar, Rubens Sambueza y Juan Carlos Valenzuela no participaron.

    Antonio Mohamed va encontrando de a poco la fórmula de un juego sencillo, pero efectivo. Con una defensa muy movible que cambia constantemente y que va encontrando la solidez, y se vuelve peligrosa con sus incorporaciones al ataque.

    Tan movible que los cuatro que participaron la tarde del sábado en el Universitario no habían jugado en lo que va de la campaña juntos. Madueña, Pimentel, Paolo Aguilar y Layún, lucieron parejos en forma física y futbolística.

    Ante Tigres, siempre estuvieron una jugada adelante, ayudados permanentemente con el esfuerzo de su medio campo, Osvaldo Martínez, Molina, Daniel Guerrero y Michael Arroyo, pero su juego no tendría razón de ser sin el apuntalamiento de Oribe Peralta y Raúl Jiménez.

    Son 10 goles los que han fabricado en la delantera americanista, casi siempre con la colaboración del 24 y del 9. Lo mismo anotando que sirviendo asistencias, moviéndose al espacio o generando los mismos.

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    Es notable su comunicación y su eficacia juntos, se entienden como sólo los jugadores de gran calidad pueden hacerlo, con un vistazo, una finta, una manera de correr.  El acoplamiento y la eficacia van creciendo con cada partido que disputan juntos.

    Incluso hay solidaridad y desprendimiento en ellos. Si hay un compañero mejor ubicado, le entregan el balón, y hacen crecer el juego y a sus compañeros. Una dupla como la quieren y la requieren todos los equipos del mundo.

    Oribe se ve refrescado en su juego al lado de Jiménez y lo que le ha aprendió éste al veterano delantero empieza a ser evidente en sus movimientos y sus decisiones.

    Podría ser una dupla de época al nivel de Salvador Reyes y Héctor Hernández, Cabinho y Hugo Sánchez, Carlos Hermosillo y Julio Zamora, Jared Borgetti y 'Pony' Ruiz, sólo por citar cuatro de las que todos nos acordamos, pero la calidad de Raúl parece llevarlo lejos del América, de México y del continente.

    Excelente por él y sus posibilidades, y su futbol en el futuro, lástima por lo que no veremos, por lo que pudo ser y no será, en las Águilas y en la Liga MX.


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