GLENDALE, Arizona.— Pese al éxito en la Atlantic Coast Conference (ACC) los Clemson Tigers sabían que se enfrentaban a un duro reto al encarar a los campeones del BIG 10, los Ohio State Buckeyes en el Fiesta Bowl pero el ADN en su sangre les permitió avanzar al partido por el Campeonato Nacional en cuatro de los últimos cinco años al imponerse por 29-23.
Clemson saca las garras, vence a Ohio State y defiende su título
Con un touchdown tardío en el último cuarto, los Tigers noquearon a los Buckeyes en el Fiesta Bowl.
Trevor Lawrence se conectó con Travis Etienne en un pase de 34 yardas que le dio la ventaja definitiva a los Tigers restando solamente 1:49 en el reloj, coronando una serie ofensiva de 94 yardas para seguir aferrándose al título nacional con su enfático triunfo sobre el número 2 de la nación, Ohio State por 29-23 la noche del sábado.
La victoria la abre paso a Clemson (14-0) para jugar ante Louisiana State el 13 de enero en New Orleans, buscando capturar su tercer título nacional en las cuatro más recientes campañas.
Durante la temporada regular, Clemson (el número 3 de la nación) solamente disputó un partido apretado esta campaña, un juego que se definió por diferencia de un punto, allá por el mes de septiembre ante North Carolina. Pero además de eso, los Tigers rara vez necesitaron utilizar a sus titulares en el último cuarto.
Ohio State (13-1) demostró que estuvo a la altura de Clemson a lo largo del juego, pero los Buckeyes salieron perjudicados en varias decisiones arbirtales que al final sí repercutieron en el resultado final, en especial dos que se revisaron en video y que pudieron irse para cualquier lado, pero no fueron en su favor: un balón suelto no validado luego de una recepción que no se dio como tal, que recupero Ohio State, caló hondo. No pudieron reponerse de esto en el último cuarto.