La controversia generada por las protestas de los deportistas durante el himno nacional de los Estados Unidos ha sido un tema medular para el presidente Donald Trump, quien este jueves aprobó la nueva medida impuesta por la NFL que a partir de ahora multará a los jugadores que se hinquen.
De principio a fin, el pleito de Trump contra la NFL
Recuento de la polémica que inició Colin Kaepernick, las críticas del presidente por hincarse hasta la prohibición de la liga a ese tipo de protestas.
El dirigente ha sostenido una constante oleada de críticas contra la liga y sus atletas desde hace más de un año y, sobretodo, cuando arrancó la temporada 2017 que tomó más fuerza el movimiento que comenzó Colin Kaepernick.
Todo inició el 26 de agosto del 2016 cuando, el ex quarterback de los 49ers, se manifestó en el tercer partido de la pretemporada donde San Francisco recibía a Green Bay. Kaepernick decidió quedarse sentado mientras se entonaba el himno de Estados Unidos y al finalizar el juego explicó sus motivos:
“No voy a pararme para mostrar orgullo a la bandera de un país que oprime a la gente negra y la gente de color. No estoy buscando aprobación. Tengo que levantarme por la gente que está siendo oprimida. Es más grande que el fútbol americano, si me lo quitan o mis patrocinios, no me importa, sé que protesté por lo que es correcto”.
Sus palabras incomodaron a más de uno, desatando cualquier cantidad de críticas, principalmente del sector social, que acusó al jugador de politizar el deporte y ser un antipatriota. El entonces candidato republicano a la presidencia, Donald Trump, dijo que su acción fue terrible y remató diciendo: “quizá deba buscar un país que sea mejor para él. Déjenlo intentarlo, no va a pasar”.
El 1° de septiembre, Kaepernick optó por arrodillarse cuando sonaba The Star-Spangled Banner , durante la ceremonia previa al juego contra los Chargers, junto a su compañero el safety Eric Reid, también con una rodilla al piso.
El mariscal de campo insistió en que era un modo de protesta contra la opresión, la desigualdad racial y la violencia policial hacia los afroamericanos en Estados Unidos. Acabando el juego de pretemporada en San Diego, Kaepernick donó un millón de dólares a la caridad.
Tanto el entrenador de San Francisco en ese momento, Chip Kelly, como los propios 49ers declararon que no podían prohibirle al QB su derecho a manifestarse como ciudadano y que la organización alienta a los jugadores a ponerse de pie en el himno, pero no puede exigírselos.
A partir de entonces empezaron a sumarse voces en el deporte. La medallista olímpica de EEUU en Río 2016, Simone Manuel dijo que apoya a Kaepernick en su derecho a protestar. Los veteranos militares se unieron y crearon el hashtag #VeteransforKaepernick. La futbolista profesional campeona del mundo con el Team USA, Megan Rapinoe, también se hincó haciéndole un guiño al pasador.
El ex astro de la NBA Mahmoud Abdul-Rauf recordó que él eligió protestar hace 20 años y alabó los valores del mariscal por arriesgarlo todo y darle más importancia a la igualdad y justicia.
Estrellas de la NBA como Dwyane Wade, Chris Paul, LeBron James y Carmelo Anthony elogiaron a ‘Kaep’ y usaron su plataforma para concientizar sobre los problemas que afectan a las minorías.
Barack Obama era todavía presidente de los Estados Unidos y declaró que reconocía que Kaepernick estaba ejerciendo su derecho constitucional y haciendo que el país hable.
“Preferiría que los jóvenes se involucren en la discusión e intenten pensar en cómo pueden ser parte de nuestro proceso democrático, que las personas que están sentadas en el banquillo sin prestar atención en absoluto”.
Durante toda la campaña 2016, Kaep continuó manifestándose y su gesto comenzó a ser replicado por otros jugadores de la NFL. Incluso algunos elementos comenzaron a levantar el brazo con el puño cerrado, señal del Black Power que por décadas ha acompañado las protestas raciales.
Tras la victoria en el Super Bowl LI, algunos campeones de los New England Patriots se negaron a asistir a la visita obligada a la Casa Blanca para no convivir con el presidente Trump.
Pero la situación se tornó más grande a nivel nacional cuando varios jugadores volvieron a arrodillarse al inicio de la campaña 2017 provocando la iracunda reacción de Trump ya en el poder.
El viernes 22 de septiembre, durante un mitin en Alabama, el presidente aseguró que era una falta de respeto total a la historia y pidió a los dueños de la NFL despedir a los que se hincan. Trump alentó a los espectadores a abandonar el estadio y dejar de ver los juegos en señal de protesta.
"¿No les encantaría a ver (actuar) a uno de estos propietarios de la NFL, cuando alguien le falta al respeto a nuestra bandera? Uno diría: 'Saquen a ese (HDP) fuera del campo de inmediato. ¡Fuera! Está despedido'", afirmó el mandatario en medio de aplausos.
El comisionado de la NFL, Roger Goodell, se pronunció en contra de las palabras de Trump: “Los comentarios divisorios como estos demuestran una desafortunada falta de respeto por la NFL, nuestro gran juego y todos nuestros jugadores".
“Nunca retrocederemos, ya no podemos seguir así”, aseguró DeMaurice Smith, director ejecutivo de la Asociación de Jugadores de la NFL quien añadió que protegerán los derechos constitucionales de los atletas como ciudadanos.
Entonces se desató una protesta histórica el domingo, en medio de la Semana 3, pues más de 200 estrellas de la NFL protestaron tanto hincándose como manteniéndose sentados durante el himno.
La reacción de Trump no se hizo esperar y, durante los siguientes cuatro días, el presidente de EEUU lanzó improperios y críticas a través de Twitter contra los deportistas y la NFL.
“La audiencia del fútbol americano de la NFL ha bajado mucho salvo antes del inicio de los juegos, cuando la gente se conecta para ver si se faltará o no al respeto a nuestro país”, escribió tras el partido de Lunes por la Noche entre Cowboys y Cardinals donde Trump celebró el sonoro abucheo.
“La NFL tiene toda clase de reglas y normativas. ¡La única salida que tienen es establecer es fijar una regla que no te puedes arrodillar durante nuestro Himno Nacional!”, añadió el mandatario.
Sin embargo, el portavoz de la NFL, Joe Lockhart, hizo caso omiso a las sugerencias de nuevas reglas del presidente para prohibir a los jugadores manifestarse. “Está cumpliendo con su derecho a expresarse y yo a no reaccionar. No voy a entrar en ese terreno”.
Una semana después, Trump mantuvo su batalla contra la organización de la NFL y sus jugadores con un señalamiento categórico donde afirmó que los propietarios de los equipos tenían miedo de enfrentarse a los profesionales.
En entrevista con la cadena FOX, el mandatario explicó que comenzó a criticar a los jugadores porque tiene "muchos amigos que son dueños y sé perfectamente de lo que hablo. Creo que tienen miedo de sus jugadores, si quieren saber la verdad, y pienso que es una vergüenza", remató pidiendo que se tomen acciones drásticas contra quienes se arrodillen durante el himno.
La liga respondió a sus apreciaciones y dijo que los comentarios del presidente eran “imprecisos”. Sin embargo, apenas dos semanas después, el 10 de octubre la NFL empezó a considerar las exigencias de Trump y anunció que buscarían una solución al respecto en la reunión en Nueva York.
“Todos en este punto están frustrados con la situación. El comisionado y los propietarios quieren que los jugadores se pongan de pie. Sentimos que es una parte importante del juego”, dijo a la prensa el portavoz Lockhart.
“Necesitamos pasar esta controversia y queremos hacer eso junto con nuestros jugadores”, escribió el comisionado Goodwell en una carta dirigida a los miembros de la liga.
“Nos contenta ver que la NFL está tomando pasos positivos en esa dirección”, dijo Sarah Sanders, portavoz de la Casa Blanca, al referirse a la propuesta del comisionado de discutir la polémica.
Ese fin de semana, los integrantes del equipo de fútbol alemán Hertha Berlin se arrodillaron en solidaridad con los jugadores de la NFL durante el juego contra el Schalke en la Bundesliga.
"Berlín es colorido", dijo la voz del estadio. "Hertha está a favor de la diversidad y en contra de la violencia. Por esta razón, estamos uniendo nuestras fuerzas a la protesta de nuestros compañeros atletas estadounidenses para posicionarnos contra la discriminación", durante la simbólica acción.
El 20 de noviembre Trump volvió a la carga a través de un tuit, esta vez pidiendo a la NFL que suspendiera a Marshawn Lynch, un día después de que el corredor de los Oakland Raiders se sentara durante el himno de Estados Unidos, pero se pusiera de pie mientras sonaba el de México.
Después, el 4 de febrero de 2018, el presidente estadounidense se vanaglorió de que los jugadores de Eagles y Patriots no protestaran hincándose contra el racismo en el país en el Super Bowl LII, como sí hicieron otros varias veces el año pasado, algo que él ha tachado de antipatriótico.
“No había nadie arrodillado al comienzo del Super Bowl. Hemos mejorado mucho, ¿no es así? Esa es una gran mejora y, además, fue un buen partido”, publicó.
En las horas siguientes, muchos jugadores de los campeones Philadelphia Eagles declararon que no aceptarían la invitación de Trump a la Casa Blanca, por su lucha contra quienes protestan.
El RB LeGarrette Blount, el SS Malcolm Jenkins, el WR Torrey Smith, el DE Chris Long, entre algunos otros, anticiparon que no asistirán a la reunión con el presidente.
Después de algunos meses de confrontación, las sentencias de Donald Trump cobraron efecto pues este miércoles 23 de mayo, la NFL estableció una nueva política que prohíbe a los jugadores arrodillarse durante el himno, aunque les permite quedarse en los vestidores a aquellos en protesta.
En la reunión de dueños en Atlanta se acordó multar -por un monto que no ha sido fijado- a los equipos cuyos jugadores o cualquier otro miembro de la organización incumpla dicha norma.
“A los jugadores que salgan al campo para el himno nacional se les exigirá que se pongan de pie o correrán el riesgo de enfrentar multas de sus respectivos equipos. En esta temporada, todo el personal de la liga y del equipo deberá ponerse de pie y mostrar respeto por la bandera y el himno”, dijo en comunicado el comisionado Roger Goodell.
Trump no se quedó callado, y aunque está contento con la nueva política de la liga, una vez más arremetió contra los jugadores asegurando que los que se hincan no deberían estar en el país.
“Creo es bueno. No creo que deben quedarse en el vestidor, pero es bueno (el nuevo reglamento). Debes pararte orgullosamente para el himno nacional o no deberías estar jugando, tal vez no deberías estar en el país. Los dueños de la NFL hicieron lo correcto”.
A principios de junio se llevará a cabo la visita de los campeones Eagles a la Casa Blanca y falta ver si los jugadores mantendrán su postura de no acudir al evento, después de que el presidente Trump se salió con la suya y logró que la NFL prohíba esas manifestaciones de protesta, que muy probablemente continuarán.