Por Daniel Corona | @heroesyleyendas
El adiós de los inolvidables e históricos Tigres del beisbol mexicano
El beisbol azteca se queda sin uno de sus dos pilares. Se acabó la Guerra Civil ante los Diablos del México.
Hablar de Roberto Francisco Ávila González, el famoso “Beto” Ávila, es hablar de una gloria de la pelota mexicana. Durante sus 11 años de carrera en Grandes Ligas se convirtió en uno de los bateadores más temidos. Como ligamayorista, acumuló 80 cuadrangulares, 467 carreras impulsadas, logró un porcentaje de bateo de .281 y llegó a lo más alto en la campaña de 1954, año en el que obtuvo el título de bateo de la Liga Americana con un espectacular .341. También estuvo nominado al Premio del Jugador Más Valioso en dos ocasiones (1951 y 1954), premios que quedarían en manos del legendario Yogi Berra.
Pues bien, “Beto” Ávila fue uno de los centenares de estrellas que tuvieron el honor de portar la franela de los hoy ya oficialmente desaparecidos Tigres de Quintana Roo (anteriormente conocidos como “Tigres Capitalinos” y “Tigres de la Angelópolis”). De hecho formó parte del plantel que obtuviera el segundo título en la exitosa historia de la novena. Junto a él, nombres como Fred Waters, Gail Henley, Vega Luis Tiant, Arnoldo Castro, Héctor Barnetche, Matías Carrillo, Antonio Osuna, Carlos Gastelum, Luis Polonia, Octavio Sandoval, Jorge Campillo, Francisco Córdova, Karim García, Jorge Cantú, Alfredo Amézaga y muchos más pusieron su grano de arena para contribuir a la grandeza del equipo que recientemente dejó de existir.
Los orígenes de este emblemático club datan de 1955 cuando tras una reunión entre directivos de los Piratas de Pittsburgh de las Grandes Ligas y el “México Azul” se determinó desaparecer a estos últimos y en su lugar fundar a los Tigres de México. El Ing. Alejo Peralta y Díaz Ceballos, principal accionista asumió la presidencia y se eligió a George Genovese como manager del primer equipo.
Las primeras semanas dentro de la Liga Mexicana fueron complicadas, se trataba de un equipo nuevo integrado por jugadores jóvenes y sin experiencia y con esto las derrotas no se hicieron esperar. Ante este panorama se solicitó ayuda de los Piratas quienes respondieron enviando refuerzos de primer nivel y con esto los Tigres lograron remontar y se alzaron con el título en su primer año de existencia. Desde ese momento serían conocidos como “El equipo que nació grande”.
Jugarían hasta el año 2000 en el mítico Parque del Seguro Social de la Ciudad de México, sede en la que ganarían sus primeros 7 títulos. Ante la desaparición de dicho estadio se convirtieron en un equipo gitano que pasó 2 años en el Foro Sol donde ganaron un título más. Después se establecieron por cinco años en Puebla cambiando su nombre a Tigres de la Angelópolis y ganando otro título y, finalmente, se mudaron a Quintana Roo donde jugaron desde el 2007 en el Parque Beto Ávila ganando los últimos 3 campeonatos de su historia.
Los últimos meses han sido de total convulsión al interior de la Liga Mexicana de Beisbol. El punto en conflicto ha sido el número de jugadores con doble nacionalidad que se le permitiría registrar a cada equipo. Tigres pertenecía al grupo de equipos cuyos dueños pugnaron por limitar este número ya que su filosofía siempre se basó en desarrollar talento mexicano para después venderlo. Ante la falta de consenso, el caso escaló hasta las Ligas Menores de la MLB, organismo que rige muchas de las ligas de béisbol mundiales incluida la LMB.
Pat O’Conner, presidente de dicho organismo comunicó que la decisión a tomar fue NO limitar el número de jugadores con doble nacionalidad y ratificó en el puesto de presidente de la LMB a Plinio Escalante. En la misma conferencia de prensa se disculpó sabiendo que al menos 8 equipos estarían a disgusto con su decisión.
Ante esto y en un comunicado de prensa la directiva del equipo, comunicó su decisión de desafiliarse de la LMB y de poner a la venta todos los activos excepto el nombre y el logotipo del club argumentando que la decisión recientemente tomada iba en contra de su filosofía. Así se dio el triste final para una de las franquicias más importantes del béisbol de nuestro país que a decir verdad, siempre fue fiel a su idea de desarrollar jugadores mexicanos. Cito el comunicado de prensa:
A lo largo de la historia, el equipo jugó varias temporadas con plantillas de jugadores cien por ciento nacidos y formados en México, coronándose incluso campeones en las temporadas 1965 y 2005.
La directiva agradeció a la afición que durante 62 años apoyó al equipo de forma total y puso punto final a una de las historias más gloriosas en el béisbol mexicano. Los aficionados siempre extrañaremos a un equipo con la historia y la tradición de los Tigres. Las inolvidables “Guerras Civiles” quedarán por siempre en el recuerdo de quienes vemos en el béisbol el más hermoso de los deportes.