Tardaron 11 años y fue hasta la cuarta oportunidad, pero Estados Unidos finalmente demostró, ahora a nivel de selecciones nacionales, que tiene el mejor béisbol del mundo.
En la cuarta oportunidad, Estados Unidos gana el Clásico Mundial gracias a joya de pitcheo
Estados Unidos derrotó 8-0 a Puerto Rico, le quitó el invicto y lo condenó a su segunda Final perdida consecutiva
Una joya de pitcheo del lanzador de los Toronto Blue Jays Marcus Stroman fue la pieza clave para que Estados Unidos derrotara 8-0 a Puerto Rico en la Final del Clásico Mundial para llevarse el primer título del torneo y condenar a los boricuas a su segundo subcampeonato al hilo.
El mismo Stroman que cinco días antes cargó con la derrota precisamente ante Puerto Rico, equipo que llegó invicto a esta final, y que tuvo su revancha en el mejor momento posible.
Además, por supuesto, de un efectivo bateo que no dejó duda de que sólo hubo un equipo contendiente en Dodger Stadium.
En la parte alta de la tercera entrada, Ian Kinsler voló la pelota por el jardín central para poner por delante a Jonathan Lucroy. Estados Unidos se ponía arriba 2-0 para abrir el marcador.
En la quinta volvieron a sonar los bats. Primero el de Christian Yelich con un sencillo al jardín derecho que impulsó la carrera de Kinsler; posteriormente fue Andrew McCutchen con un sencillo dentro del cuadro en el que anotó Yelich.
Conforme pasaban los minutos, Stroman lucía más dominante en la lomita. Mal momento para que se cayeran los bats boricuas, que llegaron a 14 entradas, incluyendo la Semifinal ante Holanda, en la que sólo hicieron tres imparables.
Y se le cumplío el adagio de la "fátidica séptima" a los puertorriqueños. Con casa llena, Brandon Crawford pegó doblete de dos carreras para que anotaran Nolan Arenado y Eric Hosmer; después, Giancarlo Stanton conectó un sencillo al jardín izquierdo con el que llegó McCutchen a la registradora.
Angel Pagán, el primer enemigo de Marcus Stroman en la séptima entrada, rompió el encanto con un doblete por la raya del jardín izquierdo. Para el manejador Jim Leyland no era necesario forzarlo más y el abridor de Estados Unidos abandonó el campo triunfal, en medio de una gran ovación del Dodger Stadium.
El relevista Sam Dyson ponchó a dos de sus rivales y dejó a Pagán en tercera, por lo que la labor de Stroman terminó solamente en un hit recibido y cero carreras, además de tres ponches y sólo una base por bolas.
En la octava, Nolan Arenado aprovechó una rola a segunda de McCutchen para anotar la octava.
Aún sin algunas de las más grandes estrellas de las Grandes Ligas, y en un torneo donde sufrieron dos derrotas, Estados Unidos fue efectivo a la hora indicada. Pudo cobrar revancha contra sus victimarios, República Dominicana y Puerto Rico, los finalistas de la edición 2013.
Y por si eso fuera poco, derrotaron también al monarca de las primeras dos ediciones, Japón, en la Semifinal.
El 'Team USA' no sólo levanta el trofeo, sino que además quedó en paz con su historial de fracasos del pasado.