El líder de la revolución cubana, quien murió a los 90 años, le dio al deporte un papel protagónico durante su casi medio siglo de mandato. Amante del béisbol, el boxeo, el fútbol y el baloncesto, Castro hizo lucir al deporte cubano de una manera especial en toda Latinoamérica.
Fidel Castro y su estrecha relación con el deporte
Más allá de lo político, Castro fue un impulsor del deporte cubano colocando a la isla como una potencia mundial.
Muere Fidel Castro a los 90 años
Deportista desde siempre, Castro probó suerte en varias disciplinas. En su juventud fue delantero del colegio Belén, en La Habana, y aunque no era precisamente un dotado con la pelota, su rudeza, altura y fortaleza le ayudaban a marcar goles.
“Fidel era un futbolista de calidad regular. Pero era corpulento, musculoso, un jugador muy fuerte y, sobre todo, muy bravo. Ocasionalmente jugaba. No era un jugador titular en el equipo, pero le gustaba el fútbol”, dijo al diario El País Armando Montes de Oca Arce, quien fuera compañero de Fidel en ese equipo.
Ya en el poder se le observó principalmente jugando béisbol o básquetbol. Un decreto firmado en 1961 hizo que el deporte fuera obligatorio en los colegios y así lo convirtió en una de las banderas de la revolución. Su iniciativa permitió desarrollar talentos que convirtieron a la isla en constante protagonista de las competencias internacionales. Hasta hoy y desde 1954, Cuba suma 77 medallas de oro en Juegos Olímpicos, 65 de plata y 71 de bronce.
Castro hizo crecer el talento en el béisbol y en el boxeo, principalmente. De hecho, uno de los momentos memorables del deporte cubano se vivió en los Juegos Olímpicos de Barcelona, en 1992, cuando la selección de béisbol de Cuba derrotó a Estados Unidos y se colgó la medalla de oro.
Décadas después, ese mismo deporte uniría a las dos naciones con un emotivo juego entre Tampa Bay y la Selección Cubana, el 22 de marzo de 2016. Castro no asistió al juego por problemas de salud, pero su hermano Raúl y Barack Obama enmarcaron un momento histórico. “EEUU y Cuba comparten muchas pasiones y valores comunes”, dijo Obama antes del enfrentamiento entre las novenas.
El boxeo también tuvo un rol protagónico durante el mandato de Castro. Se hizo escuela y se creó un estilo único, reconocido en todo el mundo. El boxeo cubano, con su sistema de golpes con números nones y pares, fue indescifrable en un principio e imitado hasta la fecha. Castro se reunió con figuras como Muhammad Ali, pero siempre presumió los puños de Teófilo Stevenson (campeón olímpico en Munich 72, Montreal 76 y Moscú 80). La pelea entre los dos pesos completos más espectaculares de la historia jamás se concretó.
Y qué decir del atletismo, que lució en el mandato de Castro con Alberto Juantorena, quien ganó las carreras de 400 y 800 metros en Montreal 1976.
El fútbol, que recientemente vive un crecimiento en la isla, no se desarrolló como se esperaba, pero ‘El comandante’ mantenía una estrecha relación con Diego Armando Maradona, con el que dialogaba sobre política y sobre planes para impulsar en la niñez el gusto por ese deporte. Hoy el astro argentino ha lamentado su muerte con pocas palabras: "Era el más grande, lo sabía todo".