La holandesa nacida en Etiopía Sifan Hassan, en el ojo del huracán esta semana por la suspensión de cuatro años de su entrenador Alberto Salazar por incitación al dopaje, logró este sábado el oro en los 1,500 metros e hizo doblete en el Mundial de Doha, donde se había coronado ya en 10 mil metros.
Hassan, pupila de Salazar, hace historia para Holanda
La nacida en Etiopía se consagró en 10,000 y 1,500 metros con una actuación impresionante.
Hassan terminó su carrera del kilómetro y medio con un tiempo de 3 minutos, 51 segundos y 95 centésimas. Superó en el podio a la keniana Faith Kipyegon (3:54.22) y a la etíope Gudaf Tsegay (3:54.99).
A su pesar, Hassan se convirtió el martes en objetivo prioritario de la prensa internacional desplazada a Doha-2019, poco después de que se conociera la suspensión de Salazar, técnico nacido hace 61 años en Cuba, por parte de la Agencia Antidopaje Estadounidense (USADA) al considerarle responsable de "organización e incitación a una conducta dopante prohibida".
Sifan Hassan, que no está afectada por los hechos que se le reprochan a su entrenador, nació en Etiopía hace 26 años pero siendo adolescente se mudó a Holanda, que le concedió asilo.
En 2014 había sido campeona europea de 1.500 metros, en 2015 bronce de esa distancia en el Mundial de Pekín y en 2016 se proclamó campeona del kilómetro y medio en el Mundial en pista cubierta en Portland, precisamente en Oregon, el estado en el que iba a trabajar al unirse al grupo de Alberto Salazar a finales de este año.
En el Mundial de Londres-2017 fue bronce en los 5.000 metros y en 2018 cosechó dos medallas en el Mundial bajo techo (plata en 3.000 metros, bronce en 1.500 metros), antes de un oro europeo en 5.000 metros.
Su eclosión definitiva tuvo lugar este 2019, en el que llegó al Mundial como uno de los grandes nombres del fondo y del medio fondo, y no decepcionó, con su doblete de títulos.