Los fans de hoy quieren ser las estrellas de mañana. Esta es la conclusión a la que llegó el Instituto Peanut Lab después de realizar un estudio con la ayuda de 1,020 hombres y mujeres de entre 15 y 35 años de edad. Según el estudio 4 de 5 jugadores casuales de League of Legends aspiran a convertirse en jugadores profesionales, mientras que 3 de 4 aficionados a Counter Strike: Global Offensive están interesados en perseguir una carrera dentro de los eSports.
Los eSports están transformando a los jugadores casuales en profesionales
¿Y quién no querría ganar millones jugando videojuegos?
Para compañías como Riot, Valve y Blizzard esto es música para sus oídos pues significa que los esfuerzos de la amalgama marketing-eSports de sus juegos están generando un cambio permanente en la cultura, por lo menos de la generación dominante hoy en día. El fenómeno que le tomó décadas enteras a la industria de los deportes tradicionales, a los eSports le está tomando poco menos de 10 años —por lo menos en la forma en la que los conocemos—
De grande quiero ser como Faker
El elemento aspiracional de los eSports, según señala el estudio, tiene la misma esencia que el de los deportes tradicionales, a diferencia de que a los jugadores profesionales de deportes electrónicos les toma mucho menos tiempo hacerse de un nombre comparado con los años de entrenamiento, práctica y recorrido en ligas y equipos que tienen que hacer los jugadores de deportes tradicionales. Debido a esto no es de extrañarse que el crecimiento de los eSports esté asegurado en una audiencia joven que ve factible la idea de volverse profesional en juegos de video.
Las grandes empresas de videojuegos competitivos cambiaron el negocio y adoptaron el modelo de los deportes tradicionales, cualquiera puede jugar fútbol, el deporte en si es gratis, pero al generar superestrellas, equipos, competencias en ligas y aficionados alimentan un negocio mucho más lucrativo que el pudiera significar “vender” el juego.
Tal como sucede con el básquetbol o el fútbol donde mucho del dinero proviene de la venta de jerseys, tarjetas, publicidad y licencias, los aficionados a los eSports también gastan sumas millonarias en contenido digital que nada afecta el desarrollo normal del juego, pero que los acerca a las grandes figuras que se han forjado alrededor de los juegos.
No es un deporte real, pero no me importa
El sitio especializado en tecnología, CNET tomó un ángulo interesante de este estudio y resaltó cómo es que 2 de cada 5 jugadores no creen que los eSports sean “deportes reales” como se ha empeñado la industria en tiempos recientes —al grado de que próximamente habrá eSports en los juegos olímpicos—, sin embargo esto no impide su entusiasmo y simplemente no les importa que no sean “deportes reales” pues al final es entretenimiento.
A pesar de que solo una pequeña fracción del público de los eSports se volverá profesional en el futuro inmediato, si tu juego logra despertar esas ansias en tus espectadores y usuarios significa que lo estas haciendo estupendamente bien. Todo parece que tendremos eSports para rato y que su impacto no ha hecho más que comenzar a crecer.