María Guadalupe González terminó con un ayuno de 16 años sin medalla para México en la marcha durante los Juegos Olímpicos al colgarse la plata en la prueba de 20 kilómetros durante Río 2016.
'Lupita' González sacó del olvido a Joel Sánchez, último medallista mexicano en la marcha
En Sídney 2000, el nacido en la Ciudad de México se colgó el bronce en los 50 kilómetros, tuvieron que pasar 16 años para romper el ayuno.
Un deporte que es el único que le ha dado tres medallas de oro a nuestro país, había quedado marginado del podio desde la edición de Sídney 2000 cuando Noé Hernández consiguió la plata en los 20 kilómetros y Joel Sánchez lo hizo en los 50 kilómetros.
Es así como esta es una magnífica oportunidad de recordar a Joel Sánchez Guerrero, nacido el 15 de septiembre de 1966 en la Ciudad de México y que es, probablemente, el medallista más olvidado en la historia de la caminata mexicana.
Sánchez, al igual que la mayoría de los mexicanos en esta disciplina, inició en los 20 kilómetros y en esa distancia participó en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988.
Sin embargo, vivió una jornada amarga en tierras asiáticas y fue descalificado, siendo testigo de la ausencia de México en las medallas en la marcha tras subirse tres veces al podio cuatro años antes en Los Ángeles 1984.
Cuatro años después, Joel Sánchez lo volvió a intentar en los 20 kilómetros de Barcelona 1992, sin embargo, la amargura se repitió en tierras catalanas y tuvo que conformarse con el puesto 21, viendo como Carlos Mercenario se colgaba la plata en esa misma prueba en el único metal para la delegación azteca en esa justa veraniega.
La desesperación por éxitos deportivos causó que Joel hiciera la transición y emigrara de los 20 a los 50 kilómetros, prueba donde solo Raúl González había conseguido medalla para México cuando cantó el Himno Nacional en la ya mencionada edición californiana de los Juegos Olímpicos en 1984.
Mientras realizó la transición se quedó fuera de participar en Atlanta 1996, sin embargo, había quedado claro que la decisión fue la correcta, ya que Joel Sánchez, cuando pocos lo esperaban se alzó con el oro en los Juegos Panamericanos de Winnipeg 1999.
Entrado el tercer milenio, en sus terceros Juegos Olímpicos, el capitalino, homónimo del famoso ‘Tiburón’ defensor central de las Chivas de Guadalajara y la selección mexicana, llegó a Sídney con una gran esperanza de medalla.
Ya instalado en Australia, Sánchez vio la prueba de los 20 kilómetros donde, en una de la página más polémicas del olimpismo mexicano, Bernardo Segura había cruzado la meta en primera posición, Noé Hernández en tercero, sin embargo, Segura había sido expulsado, Hernández subió a la plata y la decisión, anunciada cuando Bernardo hablaba con el presiente Ernesto Zedillo, dejó frío a todo el país.
Con ese ambiente enrarecido, Sánchez salió a tratar de igualar la hazaña antes mencionada de Raúl González y las cosas se veían muy bien, estaba primero hasta el kilómetro 40, sin embargo, los jueces lo amonestaron y eso le bajó los bríos al andarín de 34 años de edad, quien prefirió asegurar su primer metal a arriesgarse a correr la suerte de Bernardo Segura, bajó el paso y fue rebasado por el polaco Robert Korzeniowski y el letón Aigars Fadejevs, cruzó la meta en el Estadio Olímpico en tercer puesto con un tiempo de tres horas, 44 minutos y 36 segundos.
A pesar de este triunfo personal para Sánchez, el hecho del ‘oro fantasma’ de Segura propició que tanto la plata de Noé Hernández como el bronce de Joel pasaran relativamente desapercibidas ante la polémica de Bernardo, que acaparó los titulares del deporte mexicano por varias semanas.
Tuvieron que pasar 16 años, en Río de Janeiro 2016, para que la marcha volviera a darle alegrías a México, es ahora que la hazaña de Joel Sánchez cobra más relevancia y que puede salir del olvido gracias a la gloriosa ‘Lupita’.
María Guadalupe González, la primera mujer mexicana en ganar una medalla en la marcha olímpica y, junto con Ana Gabriela Guevara, las únicas y últimas mexicanas que han subido al podio en el atletismo olímpico.