Los Houston Rockets y Los New York Knicks disputaban el Juego 5 de las de la NBA, sin duda el evento que captaba la atención deportiva de Estados Unidos y gran parte de planeta. Se trataba de una serie dura de tragar, en todo sentido, pues la liga de baloncesto más grande del mundo vivía su primera campaña sin Michael Jordan, quien se había retirado para jugar béisbol, y también porque fue una serie tosca y donde las defensas opacaron a las ofensivas. No obstante, en plena transmisión de dicho encuentro, sucedió un evento más que inesperado y que marcó toda una generación: la NBC cortó la emisión para mostrar cómo O.J. Simpson avanzaba por la interestatal 405 en un Ford Bronco blanco con toda la policía de Los Ángeles detrás.
O.J. Simpson, el corredor que convulsionó el mundo del deporte en EEUU durante Las Finales de la NBA
Justo cuando se jugaba el Juego 5 de las Finales de la NBA en la temporada 1994/95 inició el declive de un extraordinario atleta que brilló en la NFL.





































LA NBC cortó la emisión ese 17 de junio durante el tercer cuarto del partido y con el marcador 59-53 para los Knicks y poco más se supo después de lo que terminó siendo una victoria para el equipo de casa en ese encuentro, pues solo quienes estaban en el Madison Square Garden vieron como los Knicks se ponían con una ventaja, ya que el resto de América seguía lo que sucedía con aquel Ford Bronco blanco.
Poco después, la persecución de Simpson se transmitía en vivo por todos los canales estadounidenses, el partido entre los Knicks y los Rockets quedó en segundo plano y más aún al saber que O.J., quien en ese entonces trabajaba de analista de la NFL para NBC, estaba como pasajero de esa camioneta y apuntando una pistola a su cabeza. Para entonces ya habían veinte carros policiacos y 269 helicópteros quienes se unieron a una persecución que duró 90 minutos y cerca de 80 kilómetros.
Cinco días antes de aquella persecución, los cuerpos de la ex esposa de O.J., Nicole Brown Simpson, y el mesero Ronald Lyle Goldman, habían sido encontrados muertos. Brown tenía una serie de puñaladas en la cabeza, el cuello, y en las manos, lo que indicaba un intento de defensa. Además, durante la persecución, la Policía contactó a uno de los entrenadores que trabajó con Simpson, John McKay, y éste accedió a llamarlo por celular. En la llamada, que sería grabada, se escuchaba la voz de Simpson en la camioneta disculpándose y declarando que él "era el único que merecía ser reprendido" y que "solo se iba a ir con Nicole", mientras seguía con la pistola en mano.
Simpson se entregaría a las autoridades en las afueras de su hogar y sería el protagonista del que es para muchos el juicio más publicitado en la historia estadounidense, televisado durante 134 días y del que se declaró “no culpable”. Poco más de 100 millones de personas se juntaron en diferentes partes del mundo para ver el veredicto, el mismo que declararía a Simpson inocente.
Pero ahí no paró todo. Una década después, O.J. iba a ser declarado culpable de numerosos delitos, entre los que se encontraban robo a mano armada y secuestro. Por ello, en 2008, fue condenado a 33 años de cárcel, momento desde el que estuvo encerrado en el Centro Correccional de Lovelock, en Nevada, hasta hoy que le concedieron libertad condicional.













¿Pero quién era O.J. Simpson antes de esos líos judiciales? Pues ya era una leyenda. De acuerdo a los datos de la NFL, a lo largo de su carrera de 11 años con los Bills y los 49ers, Simpson corrió para 11,236 yardas y 61 touchdowns en 2,404 acarreos (4.7 por acarreo). Consiguió una marca de la época con 2,003 yardas en 1973 y sigue siendo el único jugador en la historia que rebasó las 2,000 yardas en apenas 14 juegos. Acumuló más de 1,000 yardas en cinco temporadas al seguidas (1972-76). Ganó el Trofeo Heisman en 1968 tras fijar una marca de temporada regular (1,709) yardas de la NCAA y Fue la primera selección global en el draft de 1969.
Además, O.J. fue nombrado el Jugador Más valioso de la NFL en 1973 y jugó en seis Pro Bowls. Gracias a todos esos logros entraría al Salón de la Fama en 1985, en su primer año de elegibilidad.
Sumado a sus logros deportivos y gracias a su gran carisma, O.J., que hoy tiene ya 70 años, llegó a la actuación e hizo parte de diferentes series de televisión y también en diversas películas de cine, tanto así que en 1979 fundó su propia compañía fílmica, Orenthal Productions. Por si fuera poco, Simpson, que fue anfitrión de un episodio de Saturday Night Live, tuvo muchos contratos para firmas comerciales, fue vocero de marcas como Hertz y tuvo breves apariciones como comentarista para Monday Night Football y The NFL on NBC.