Canelo acabó con Gennady Golovkin y puso punto final a la trilogía
El mexicano retuvo los campeonatos de peso Supermedio en un pleito de dominó y ante un GGG que no supo reaccionar.
Por:
René Umanzor .
Saúl 'Canelo' Álvarez derrotó a Gennady Golovkin en una pelea en la que el kazajo fue de menos a más pues cuando reaccionó ya no le alcanzó para dar la vuelta a las tarjetas y con ello se cerró la trilogía con un balance de un empate y dos triunfos para el mexicano.
Publicidad
Álvarez retuvo los cetros de peso Supermedio del Consejo Mundial de Boxeo, Asociación Mundial de Boxeo, Organización Mundial de Boxeo y Federación Mundial de Boxeo, y lo hizo con tarjetas de 116-112, 115-113 y 115-113.
El Canelo comenzó dominando la pelea, cortando el cuadrilátero y tratando de cerrar la distancia para entrar con el jab de izquierda para abrir camino a las combinaciones y la estrategia dio resultado pues logró conectar sólido a GGG.
Golovkin estaba irreconocible, tardó en entrar a la pelea y eso le costó recibir castigo severo y en el tercer episodio recibió castigo en una pelea en la que se veía incómodo, incluso lento y pesado, con las manos amartilladas.
Canelo estuvo en lo suyo, sacó todo el repertorio de golpes que no solo fueron a la cabeza, también comenzó a machacar el cuerpo de Golovkin quien no se podía quitar sobre todo la mano izquierda del mexicano que encontró un par de buenos ganchos al hígado.
En el quinto episidio tronaron los cañones pues el Canelo conectó sendo derechazo a GGG quien resinitió la metralla pero aguantó a pie firme aunque siguió recibiendo castigo.
El ceirre del octavo episodio mostró al viejo Golovkin pues encontró a Canelo con sólodo jab que acompañó con un gancho que sacudió al mexicano quien estaba contra las cuerdas a la espera de poder contragolpear.
El noveno giro fue tremendo pues finalmente apareció GGG con sus combinaciones que estallaron en el rostro de Álvarez quien se refugió nuevamente en las cuerdas pero con todo y eso logró conectar un par de. buenos golpes.
El último round fue un a guerra sin cuartel pues ambos se lanzaron en busca de un golpe definitivo y los intercambios pusieron eufórico al público, sobre todo en los segundos finales.
