"Las circunstancias son muy complicadas", comentó el número tres del mundo, Thiem, en rueda de prensa en Belgrado. "Creo que algunas cosas tendrán que cambiar para que el torneo tenga sentido".
Por su parte, el alemán Zverev, número siete del mundo, hizo eco de las palabras de su compañero de profesión.
"Sería grandioso si tenemos la oportunidad de jugar, pero bajo estas circunstancias no creo que muchos tenistas se sientan cómodos en ese ambiente. Sin embargo, eso no depende de los jugadores, la decisión la toman los organizadores del US Open".
Al igual que Djokovic, Zverev destacó lo difícil que será llevar a cabo el aislamiento de 14 días una vez que los tenistas lleguen a los Estados Unidos, ya que tendrán que hospedarse en hoteles cercanos al torneo y no podrán ser acompañados por más de una persona en su equipo.
"Un Gran Slam llega a ser muy demandante físicamente y tendremos que elegir entre consultar a nuestros entrenadores o a nuestros doctores", agregó el alemán.
El sorteo principal del US Open tiene planeado realizarse en Nueva York el 31 de agosto.
Es poco probable que se permita la entrada de espectadores. Stacey Allaster, la directora ejecutiva de la USTA para el tenis profesional dijo que su equipo está intentando dilucidar como “atraer a los aficionados virtualmente”.
