Atletismo

    Thompson completa el doblete de la velocidad

    Elaine Thompson se convierte en la reina de la velocidad del atletismo de los Juegos Olímpicos, al ganar la medalla de oro en los 200 metros planos


    Por:
    Redacción.

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    RÍO DE JANEIRO, Brasil, 17, 2016.- La jamaicana Elaine Thompson, campeona olímpica de 100 metros, completó el doblete de la velocidad con una victoria por una décima sobre la campeona del mundo, la holandesa Dafne Schippers al registrar 21.78, que no pudo reducir un solo centímetro la ventaja que la nueva campeona le había tomado en la curva.

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    Schippers venía de conseguir en casa el título europeo y aspiraba a emular a su legendaria compatriota Fanny Blankers-Koen, que obtuvo el título olímpico hace 68 años, pero volvió a toparse con una jamaicana en gran forma que recogió el testigo de su compatriota Shelly-Ann Fraser-Pryce como doble campeona olímpica del esprint.

    Cuatro días después de quedarse sin medalla en la final de 100 metros, Dafne regresaba en su distancia buena, el 200, en la que tiene rango de campeona mundial, para resarcirse de su derrota en el esprint corto. Solo lo hizo a medias. No ganó, pero al menos pudo consolarse con la medalla de plata.

    La ausencia de la defensora del título, Shelly-Ann Fraser-Pryce, no significaba una pérdida irreparable para Jamaica porque allí estaba Elaine Thompson, flamante campeona olímpica de 100 y con ganas de pendencia después de su derrota en la final mundialista de Pekín frente a Schippers.

    La dama de Utrecht ganó su título mundial con un crono de 21.63 que la situaron tercera en el ránking de todos los tiempos y este año ha ganado cuatro de sus cinco carreras, con un mejor registro de 21.93, el mejor de la temporada.   

    Thompson salió de la curva con una ligera ventaja y la mantuvo hasta el final en una recta sin concesiones para vencer con 21.78, justo una décima más rápida que la holandesa.   

    Tori Bowie, la campeona estadounidense, no se resignaba a que la final se redujera a un mano a mano entre Schippers y Thompson. Segunda en la final de 100 del domingo pasado, fue la segunda más rápida en semifinales, pero en la hora decisiva hubo de inclinarse ante Thompson y Schipper. Llegó tercera con 22.15. 

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    Estados Unidos barre en los 100 metros con vallas

    Brianna Rollins, Nia Ali y Kristi Castlin consiguieron para Estados Unidos en la final olímpica de 110 metros vallas un triplete inédito en la historia de los Juegos.

    Si en la rama masculina (110 m vallas) Estados Unidos ha logrado ocho barridas olímpicas semejantes, en la prueba femenina equivalente la gesta no tiene precedentes.   

    Rollins se impuso con un tiempo de 12.48, Ali entró a continuación con 12.59 y Castlin cruzó tercera con 12.61, dejando el cuarto puesto a la británica Cindy Ofili (12.63) y el quinto para la alemana Cindy Roleder, subcampeona mundial y titular europea (12.74).

    La prueba femenina de vallas presentaba un rotundo predominio estadounidense -las siete primeras del ranking mundial de la temporada proceden de ese país- pero carece de líder y los resultados de los campeonatos son imprevisibles.

    Ni la plusmarquista mundial, la estadounidense Kendra Harrison, ni la campeona del mundo, la jamaicana Danielle Williams, ni la campeona olímpica, la norteamericana Dawn Harper, fueron capaces de ganarse su plaza olímpica, lo que da idea de la enorme volatilidad de esta prueba.

    Con su récord mundial y siete victorias en ocho carreras, Harrison parecía llamada a la gloria olímpica, pero su única derrota de la campaña al aire libre llegó en el peor momento, en las pruebas de selección del equipo estadounidense, donde sólo fue sexta.   

    Sin embargo, bastaba con un simple vistazo al ránking para comprobar que el título no se le podía escapar a Estados Unidos, aun cuando partiera con tan importantes ausencias.   

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    Brianna Rollins, campeona nacional con 12.34 en julio y campeona del mundo en 2013, cargaba con la mayor responsabilidad pese a sus 24 años, pero sus dos compañeras, Nia Ali y Kristi Castlin, también ganaron sus semifinales con igual solvencia.   

    Al final, se impuso la lógica. Rollins fue la más fuerte y Estados Unidos ratificó su sólida hegemonía mundial. 

    Bartoletta domina el salto de altura 

    Un salto de 7,17 metros en el penúltimo turno dio a la estadounidense Tianna Bartoletta el título de longitud -su primera medalla olímpica-, evitando que su compatriota Brittney Reese se convirtiera en la primera que revalidaba laureles olímpicos en esta prueba.   

    Reese, la saltadora de longitud más laureada de la historia, hubo de conformarse con la medalla de plata. En su último esfuerzo se quedó a dos centímetros de la campeona mundial, que logró al fin su primera medalla olímpica después de haber fracasado en su intento de meterse en la final de 100 metros.

    La medalla de bronce fue para la campeona de Europa, la serbia Ivana Spanovic, que sostuvo un cerrado duelo con las dos americanas y terminó con un nuevo récord nacional (7.08) en una prueba que puso caro el podio, por encima de los siete metros.

    María Klishina, la única atleta rusa autorizada por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) a competir en Río tras la suspensión de la Federación de su país por "dopaje de Estado", no pudo hacer más que tres saltos. El más largo (6,63) le atribuyó el noveno puesto y no le permitió pasar el corte.

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    Títulos y marcas, todo estaba a su favor. A sus 29 años Reese ha amasado una impresionante colección de medallas: tres títulos mundiales al aire libre (2009, 2011 y 2013), otros tres en sala

    (2010, 2012 y 2016) y uno olímpico en 2012. Su único fallo hasta hoy se produjo en el Mundial de Pekín 2015, donde no logró meterse en la final, en una temporada de altibajos por las lesiones.

    Por si fuera poco, en marzo pasado se despachó con el mejor salto del mundo en 14 años, ganando los "trials" de Estados Unidos con 7,31, y aquí en Río no había tenido problemas. Se clasificó para la final de un solo salto.

    Sin embargo, Bartoletta ratificó en la final sus dotes de gran competidora que el año pasado le permitieron recuperar en Pekín el título mundial que ya había ganado diez años antes.  

    Spanovic llegaba con cuatro victorias en cinco mítines, el título todavía caliente de campeona de Europa y el mejor salto de la ronda de clasificación (6,87). 

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