Estamos tan acostumbrados a los torneos de eSports y los juegos de video que por momento es fácil que se nos olvide que décadas antes de que esta locura comenzará existieron otras maquinas recreativas en las que personas de todas las edades invertían cientos de horas —y monedas— con la sola meta de superar los marcadores de puntos.
Muchos de nosotros conocemos las máquinas de Pinball y los que no, por lo menos han jugado en sus versiones virtuales. ¿Que de raro tendría entonces que existiera un torneo mundial en esta disciplina? Como cualquier otro deporte, eSport o juego de mesa, el Pinball depende menos de la suerte de lo que la gente cree, se requiere de estrategia, habilidad y agilidad mental para sobresalir en los circuitos profesionales.
Campeonato mundial de Pinball
La asociación de Pinball profesional y amateur (PAPA por sus siglas en inglés) celebró el campeonato mundial de Pinball el fin de semana pasado en Scott Township, Pennsylvania, y aunque los asistentes se quejaron de una organización mediocre, el campeonato tuvo su buena dosis de sorpresas agradables.
Con varias divisiones, el torneo tuvo 12 máquinas de pinball de diferentes épocas en la que los competidores tuvieron varios intentos para lograr la mayor puntuación en cada una de ellas. El gran ganador de la división A —es decir, la más importante y con mayor reto— fue Escher Lefkoff un niño de 13 años que ya fue llamado prodigio por todos los que saben de pinball.
Pero Escher no fue el único niño prodigio que sobresalió en esta competencia, la división D —para amateurs— fue ganada por un competidor de 8 años. Si tu creías que los jugadores profesionales de videojuegos eran muy jóvenes, entonces el pinball probablemente no sea para ti.