Durante décadas la sociedad ha intentado culpar a los videojuegos del comportamiento violento que en ocasiones muestran algunos sectores, en especial el de jóvenes y niños. Pero ésto no es raro, se ha intentado culpar a la TV, al cine, a la radio y en su momento incluso a los libros, cada era tiene su chivo expiatorio y a nosotros nos tocó culpar a los juegos de video.
Contrario a medios tradicionales en los videojuegos tiene participación activa y pasas de ser espectador a ejecutador. Muchos de los títulos más populares en toda la historia de la industria han sido de género de disparos y con un alto contenido violento, de ahí que sea tan fácil y natural querer adjudicar conductas violentas al uso continuo de éstos.
La ciencia al servicio de los videojuegos
Un grupo de neurólogos y psicólogos alemanes condujo un estudio por más de 4 años con jugadores que dedican más de 4 horas diarias a los juegos de video, en especifico usuarios de los juegos Counter Strike, Call of Duty y Battlefield —elegidos específicamente por su alto nivel de violencia realista y temas bélicos— a los que les mostró imágenes “emocionalmente provocativas” y monitoreo la respuesta de sus cerebros mediante resonancias magnéticas.
Los resultados fueron los siguientes: la respuesta cerebral de los jugadores “hardcore” no tuvo diferencia con la del grupo de control, es decir jugadores casuales. Los cuestionarios aplicados a ambos grupos antes del experimento tampoco resultaron con diferencias suficientes ni evidencia tajante que asocie la larga exposición a videojuegos violentos con una desensibilización gradual como otras hipótesis señalaban.
Así que ahí tienes, la próxima vez que te digan que los videojuegos te van a dejar loco, ya tienes las armas para contestar “No, los videojuegos no me hacen violento”.