En los Marlins todos extrañan a José Fernández. Más que nada les hace falta el hombre, el compañero, el amigo, la persona alegre y que brindaba energía a todo el vestuario. Pero aunque no se hable o diga mucho de tema por lo reciente de su fallecimiento, al equipo de Miami también la hace falta, y mucho, el deportista: perder su lanzador estrella cambió todo para los este equipo.
A un año de su muerte, los Marlins también extrañan a José Fernández...el deportista
El equipo tiene muy pocas opciones de llegar a la postemporada de las Grandes Ligas y, sin duda, el aporte del lanzador hace mucha falta.
Hace un año, los Marlins eran un club reconstruido y que aparentemente tenía todos los elementos para llegar a la postemporada, incluso si terminaban el año pasado con más derrotas que triunfos. Menos su mejor lanzador, los dueños de los Marlins decidieron el invierno pasado mantener el grupo unido, arreglar la rotación de abridores sin un as, mejorar los relevistas y esperar que la alineación diera un paso significativo hacia delante.
¿Y cuál fue el resultado? Una probable octava temporada consecutiva con un récord perdedor, una probable temporada 14 consecutiva sin llegar a los playoffs, y una lista infinita de incógnitas.
Lo que sí es claro es que la ausencia de Fernández ha causado un vacío inmenso en el equipo. La carrera de Fernández, específicamente, podría ser la de una gran estrella. Sus estadísticas, de dos temporadas completas y dos parciales hasta la edad de 24 años, eran impresionantes: 38 victorias a 17 derrotas, 2.58 de promedio de carreras permitidas y 589 ponches en sólo 471 1/3 entradas.
Fue, por muchas medidas, uno de los mejores comienzos de una carrera de lanzador de béisbol en la historia.
En cuanto a la franquicia, el debate que rodeó a Fernández durante años fue acerca de lo que ocurriría cuando se acercara a ser un agente libre. De acuerdo a los expertos, los Marlins tenían dos opciones: cambiarlo por un montón de jugadores que pudieran ayudar a la organización a largo plazo, o dejarlo llegar al mercado de agentes libre y esperar para volver a firmarlo. Nunca tuvieron la oportunidad de decidir.
En los meses posteriores a la muerte de Fernández, Jeffrey Loria decidió que después de una década como propietario de los Marlins que estaba listo para vender. No ha explicado públicamente su razonamiento, ni ha dicho si la muerte de Fernández jugó un papel en su decisión, pero lo que sí está claro es que el equipo de Miami, con la ausencia de Fernández, extra esa estrella que guiaba al equipo a l horizonte más brillante de la última década.