El 11 de octubre del 2006 los Yankees y el deporte en general vivieron uno de los momentos más trágicos; Cory Fulton Lidle, el lanzador de la novena del bronx, había estrellado su avioneta ante unos condominios ubicados en la gran manzana. El caos volvió a reinar en Estados Unidos, primero ante lo reciente que tenía el ataque a las torres gemelas y se pensaba que se trataba de una ataque terrorista.
Cory Lidle, el pelotero de Yankees que estrelló su avión en NY
El pelotero estrelló su pequeña avioneta contra unos departamentos de la Gran Manzana en un día como hoy.
"No hemos encontrado en absoluto, ninguna evidencia de que se tratara de un acto terrorista", declaró el entonces alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg.
Cuando todo se aclaró se vivió una mezcla de sensaciones que iban de la tranquilidad de no ser blanco de ataques terroristas a la desesperanza de la muerte en uno de los equipos de béisbol más populares del mundo.
Cuando se accidentó, Lidle tenía 34 años, estaba casado y tenía un hijo que en ese momento tenía solamente seis años de nombre Christopher Taylor Lidle.
El pelotero no murió solo, también falleció su instructor de vuelo y 26 personas más resultaron lesionadas. De acuerdo a los peritos el accidente no se produjo por un descuido, en realidad la pequeña aeronave que piloteaba no fue capaz de resistir un fuerte viento que terminó por llevarla al colapso.
La particular forma de morir no fue la primera para un pelotero de los Yankees, en 1979 Thurman Munson falleció también en un accidente de avión y la misma suerte corrió Jim Hardin en 1991.
Cuando se habla de aviones estrellándose contra edificios todos recuerdan el 11 de septiembre, pero muy pocos recuerdan el 11 de octubre, el día en que los Yankees profundizaron aún más el dolor de una ciudad que vive y respira el amor al beisbol.