Jorge López, lanzador de los Kansas City Royals, solo había realizado diecisiete presentaciones en las Grandes Ligas, antes del sábado, cuando enfrentó a los Minnesota Twins, novena a la que dominó a tal punto que estuvo a un paso de conseguir el vigésimo cuarto juego perfecto de la historia.
La conmovedora historia detrás del pitcher que casi lanza un juego perfecto este fin de semana
El boricua Jorge López, quien pertenece a los Kansas City Royals, estuvo a tres outs de lograr un juego jerfecto, el sábado, después de superar uno de los obstáculos más difíciles.
El puertorriqueño entregó una base por bolas, sin outs en el noveno inning, al jardinero de los Twins, Max Kepler, quien así ponía fin a la más difícil hazaña que cualquier lanzador haya podido conseguir en la gran carpa, cuando le faltaban solo tres outs para unirse a ese exclusivo club.
Su siguiente rival, Robbie Grossman, soltó un sencillo para poner fin al no-hitter y a la actuación del pitcher de los Royals, quien salió ovacionado, pese a estar disputando aquella salida en el Taget Field de Minnesota.
La historia de López es conmovedora, ha tenido que pasar uno de los peores tragos que cualquier padre pudiera atravesar, toda vez que su hijo, Mikael, nació con un desorden inmunológico que prácticamente lo tuvo casi tres años en un hospital y no pudo ver lanzar a su papá sino hasta el 2016.
El pitcher, quien casi emula a Félix Hernández, último en lograr un Juego Perfecto (2012), había pertenecido toda su carrera a los Milwaukee Brewers, quienes lo cedieron a los Royals en el canje por Mike Moustakas, a finales de julio pasado.