Los paralelismos de los Dodgers de 2017 y 1988, en su regreso a la Serie Mundial
La novena de Los Angeles está a un paso de su primer título de la MLB en casi tres décadas, con similitudes a los héroes de finales de los años 80.
El 15 de octubre de 1988, Kirk Gibson conectó un homerun en la parte baja de la novena entrada, con la que los Dodgers vencieron a los Athletics en el Juego 1 de la Serie Mundial. Exactamente 29 años después, Justin Turner hizo lo propio ante los Chicago Cubs en el inicio de la Serie de Campeonato.
Misma fecha, similar estampa. Los Dodgers no habían hecho otro walk-off desde aquel de Gibson en Playoffs. Sus apariciones ahí se volvieron tan esporádicas que tardaron 20 años en siquiera volver a ganar una serie y el bambinazo de Turner fue el llamado para volver al Clásico de Otoño.
Un enardecido Dodger Stadium supo el pasado 15 de octubre que volverían. El trámite y la revancha del año pasado ante los Cubs se finiquitó en cinco partidos, tal como la Serie Mundial de 1988 ante los Oakland Athletics.
Pero más allá del espectacular episodio de Turner, ¿qué tanto se parecen los Dodgers de 2017 a los de 1988? Una generación de distancia no es poca cosa.
Los managers
Tommy Lasorda es una leyenda en Los Angeles, con todas sus letras, y en 1988 obtuvo el premio al Manager del Año de la Liga Nacional, el segundo de su trayectoria. Dave Roberts, actual manejador del equipo, ganó el galardón el año pasado y está entre los favoritos para llevárselo también este año. Lo sabremos en unos días.
Los pitchers
De Orel Hersheiser a Clayton Kershaw hay algo más que 29 años de distancia. La trayectoria del actual as de la lomita de los Dodgers es impresionante y será cuestión de tiempo para verlo en el Salón de la Fama, mientras que Hersheiser batalla para entrar ahí, pues luego de perder su oportunidad por las boletas de votación, falló también para llegar a la clase 2017 a través del Today's Game Committee.
Pero si nos enfocamos en los números de sus temporadas particulares, Hersheiser tuvo una temporada más que envidiable, con marca de 23-8 y ERA de 2.26, no digamos su marca histórica de 59 entradas sin recibir carrera al final del calendario regular. Tim Leary (17-11) y Tim Belcher (12-6) dieron solidez a la rotación abridora, particularmente ante el irregular año de Fernando Valenzuela, quien producto de lesiones y bajas de juego, ni siquiera pudo terminarlo y jugar su segunda Serie Mundial.
A Kershaw (18-4) lo acompañan Alex Wood (16-3), Rich Hill (12-8), y Yu Darvish (10-12). El japonés Darwish parece el eslabón débil, pero va 2-0 en estos Playoffs.
El bullpen de los Dodgers de 2017 es el mejor de la Liga Nacional con ERA de 2.94 y segundo de todas las Grandes Ligas. El ERA de sus antecesores de 1988 es más alto, aunque es difícil establecer una comparación, pues hoy en día es más especializado el trabajo de los relevistas que hace 29 años.
Las ofensivas
Lo de 1988 fue una sorpresa mayúscula, no sólo por la victoria en sí, sino por la forma tan contundente. Los Athletics llegaron a aquella Serie Mundial con etiqueta de favoritos, con una ofensiva poderosa, ante una que parecía no ser tan especial.
Este año el panorama es diferente: los Dodgers de 2017 tienen una artillería que pinta para ser histórica. Cody Bellinger va que vuela para Novato del Año con sus 39 homeruns en el año, Justin Turner bateó para .322 en la temporada regular y al menos siete peloteros con slugging superior a .450.
Pero por mucha magia que parezcan traer estos Dodgers, enfrente tendrán a un rival de respeto que quiere su primer banderín de campeón, motivados por una ciudad que se levanta de una catástrofe natural. El veredicto lo tendrán los Astros.