Romper con la inercia sin gloria de una de las franquicias más emblemáticas de las Grandes Ligas no es poca cosa. No, no hablamos de los Cubs (aún), sino de los Boston Red Sox, que tuvieron un ayuno de 86 años sin un título de las Grandes Ligas.
Theo Epstein: el exorcista de las Grandes Ligas
El actual presidente de operaciones de béisbol de los Cubs fue pieza clave para romper la maldición del 'Bambino' con los Red Sox
Luego de ser campeones en 1918, los Red Sox entraron en un letargo que se atribuye a una maldición lanzada por su estrella de aquel entonces, George Herman ‘Babe’ Ruth, quien al ser traspasado sin su consentimiento a los New York Yankees, dijo que Boston no volvería a ser campeón mientras jugara en Fenway Park.
Los largos años de frustraciones terminaron en 2004. Los Red Sox vinieron de estar abajo 3-0 en la Serie de Campeonato de la Liga Americana y doblegaron a los Yankees en siete juegos, para después barrer a los St. Louis Cardinals en la Serie Mundial.
De aquel equipo hay muchos héroes que quedan en la memoria, como el manager Terry Francona, o los jugadores David Ortiz, Manny Ramírez, Pedro Martínez y Curt Schilling, por mencionar sólo algunos, pero fuera del campo hay alguien que tuvo la responsabilidad de armar al equipo que finalmente rompió la maldición del ‘Bambino’.
Se trata del manager general, Theo Epstein, quien llegó dos años antes a Boston. Curiosamente, fue el plan B de la franquicia, que volteó primero a Billy Beane, entonces en esa posición con los Oakland Athletics, a los que había llevado a playoffs con un gran manejo de un presupuesto limitado, historia que fue relatada en la película ‘Moneyball’. Ante su negativa, fue Epstein quien se quedó con el puesto.
Bajo la conducción de Epstein, los Red Sox ganaron también la Serie Mundial de 2007, con otra barrida, pero ante los Colorado Rockies. En 2011 dejó la organización para unirse a los Chicago Cubs, que tenían un reto más grande que el de Boston, como presidente de operaciones de béisbol.
Cinco años después, los Cubs volvieron a una Serie Mundial, donde no habían estado desde 1945. Sin embargo, desde 37 años antes no conocían qué es ganar un campeonato de las Mayores.
Buena parte del crédito de la novena de Chicago es de Epstein.