Las primeras dos series de Grandes Ligas han quedado canceladas luego de que dueños y jugadores no se han puesto de acuerdo en diversos puntos, sobre todo económicos, para firmar el nuevo acuerdo laboral y de inmediato la reacción de los aficionados en las redes sociales ha sido mostrando su molestia porque como ha ocurrido en otras ocasiones, ni un lado ni el otro están tomando en cuenta a los que sostienen el negocio.
Toño de Valdés | ¿Y ahora?
Fans muestran su molestia porque como en otras ocasiones ni un lado ni otro toma en cuenta a los que sostienen el negocio.
Resulta incomprensible que las reuniones se hayan presentado cuando la pretemporada estaba ya encima, ya que desde que terminó la Serie Mundial se esperaba que tuvieran pláticas.
Tal parece que no hay memoria en estos conflictos porque en la huelga del '81 los fanáticos quedaron muy resentidos y en ese momento la Fernandomanía del Toro Valenzuela fue la que en gran parte rescató el beisbol y provocó que la gente se involucrara de nuevo.
Una historia parecida se vivió en 1995 ya que después de la cancelación de los playoffs y Serie Mundial un año antes fue la figura de Cal Ripken y su gran marca de juegos consecutivos la que hizo de alguna manera que los aficionados perdonaran uno de los golpes más fuertes que han dado dueños y jugadores a los fans.
A los seguidores de cualquiera de los 30 clubes de Ligas Mayores que estaban deseosos de que llegara el 31 de marzo para que se cantara el playball no les interesa cuál será el salario mínimo o cómo quedará el impuesto de lujo para este año.
Lo que quieren es ver a su equipo en el diamante y disfrutar de una temporada completa que lamentablemente ya no sucederá. Ahora esperemos que no vayan a dejar pasar más tiempo y que continúen las reuniones porque el daño que puede sufrir este deporte puede ser irreversible.