El día que Yerry Mina se convirtió en defensor central por accidente

Guachené, Cauca, es una población ubicada al sur de Colombia, habitada en su mayoría por afrodescendientes que viven del cultivo de la caña de azucar y el lugar que vio nacer a Yerry Mina, el talentoso defensor que fue la figura de Colombia en el Mundial de Rusia.

A sus 13 años , Mina ya daba muestras de su talento en uno de los equipos juveniles de su pueblo, el Club Squad, donde dio sus primeros pinos como futbolista, antes de debutar profesionalmente con el Deportivo Pasto de la primera división colombiana.

En aquel club, su posición era la de volante de primera línea. Su entrenador de ese entonces, Rodrigo Valencia, lo tenía como titular indiscutido en su equipo, debido a su talla y a su fortaleza para defender.

Sin embargo, todos sus familiares y allegados al club, presionaban para que Yerry siguiera los pasos de su padre, quien fue arquero del Deportivo Cali y el Once Caldas. Pero según cuentan en el pueblo, la única vez que se puso los guantes, se comió cinco goles y no lo volvió a intentar.

Pero ni de volante, ni de portero, la posición de Mina estaba en el fondo del campo. En un partido por un torneo local, faltó un defensor central y sin dudarlo, el técnico Valencia decidió mandarlo en su reemplazo, por el oficio defensivo, su altura y porque por arriba era invencible.

Ese día cambió por completo la vida de Yerry Mina, pues desde entonces no volvió a jugar en otro lugar que no fuera la defensa. Su altura de 195 cm, le ayuda a despejar todo con la cabeza y también a marcar goles épicos, como los tres que anotó en el Mundial de Rusia con la Selección Colombia.