La alarma se encendió en la Euro hace un par de años. Unos 200 ultras rusos se enfrentaron a unos dos mil ingleses en Marsella y los hicieron correr. Cerca de 100 británicos resultaron heridos y dos, que fueron salvajemente golpeados, quedaron en coma.
Los ultras rusos de los que la afición mexicana y del mundo deberán cuidarse en el Mundial
Hinchas de aquella nación tienen una organización tipo paramilitar y ya han aterrorizado a toda Europa con sus batallas. La última de ellas en Bilbao.
Estaban entrenados y disciplinados para el combate cuerpo a cuerpo, se desplegaban contra su adversario como si de una batalla militar se tratará. Esta campaña, ya han hecho de las suyas en Sevilla, Maribor y en Bilbao, la última en recibir su furia.
Ni 500 ertzainas (Policía Autonómica Vasca), sumados a 100 polícias locales y 200 guardias pudieron mantener a raya a los ultras del Spartak de Moscú en el duelo de la Europa League (se calculan viajaron dos mil, pero no todos eran ultras) ante el Athletic Club. El saldo: un policía muerto.
Todo se originó en febrero del 2017, una investigacion de la BBC sobre los “hooligans rusos” encontró “un mundo secreto en el que la brutal violencia se ha convertido en una señal de honor”.
En el documental dirigido por Alex Stockley se explica que el surgimiento de los ultras rusos fue directamente un fenómeno de influencia cultural inglesa porque muchos de ellos crecieron viendo e idolatrando a los hooligans ingleses.
En un principio los copiaron en su foma de vestir y comportarse; consumiendo grandes cantidades de alcohol y enfrentándose a hinchas rivales, al igual que a la Policía.
Con el tiempo, aquello fue cambiando al igual que el tipo de 'ultra ruso'. Ya no eran más bebedores y peleadores de ocasión.
Las preparaciones física y de combate mano a mano se volvieron indispensables; muchos de ellos han practicado box o artes marciales, dejaron el alcohol y se organizaron. Empezaron a usar tácticas de guerrilla urbana.
El gobierno de Vladimir Putin ha puesto en marcha planes para erradicar la violencia previo al Mundial, por ello los enfrentamientos y la preparación ahora se hacen “en batallas organizadas en zonas campestres”. El plan está elaborado y su principal objetivo serán los aficionados ingleses porque los consideran “sus oponentes naturales”.
¿Alianzas en el Mundial?
A todo ello, se le debe añadir que muy recientemente un grupo de 10 de los más violentos ultras rusos del Zenit y el Dinamo Moscú se reunieron con los líderes de las barras de San Lorenzo, Vélez, Nueva Chicago y Boca Juniors del fútbol de Argentina. Esto con el objetivo de facilitarles a los sudamericanos la logística para su estadía en tierras rusas durante la Copa del Mundo.
Ante todo esto, hay quien piensa que rusos y argentinos están por unir fuerzas contra los 'hooligans' ingleses y que Rusia 2018 puede ser un campo de batalla.
De cualquier manera, desde la sede del Mundial ya se toman medidas para no permitir el acceso a los ultras a los estadios como un Fan ID y una nueva ley que entró en vigencia el año pasado.
Aquellos que violen de manera flagrante las normas durante un evento deportivo recibirán multas de más 370 dólares o serán arrestados por 15 días y no podrán entrar a un estadio con castigos que van de uno a siete años.
Otra de las medidas tomadas por el presidente de la Unión de Fútbol de Rusia fue la de ordenar la disolusión de la Unión de Aficionados de Rusia y arrestar, en el 2016, a su líder Alexandr Shpriguin.
El gobierno ruso tiene una batalla contra el tiempo para que no pase a ser una batalla real durante Rusia 2018.