Inglaterra está instalado de nueva cuenta en una semifinal, es un equipo en que está de moda. Y Diego Armando Maradona no se quiso quedar fuera de la discusión, el ‘Pelusa’ recordó aquellos cuartos de final en México 86 en los que Argentina se impuso 2-1, en donde la albiceleste debió sobreponerse a algunas carencias económicas ante el boyante rival.
Maradona y un recuerdo ante Inglaterra en 1986: “Mis compañeros no tenían botines”
El 'Pelusa' dijo que aquellos que tenían contrato de zapatos, debían surtirle al resto de los jugadores de la albiceleste
“Las dificultades eran muchas, en el 86’ usábamos nuestra propia ropa para entrenar y muchos no tenían botines, Héctor ‘El Negro’ Henrique no los tenía. Los que teníamos contrato con una marca se los dábamos a los demás”, indicó el ‘Pelusa’, quien rememoró que sus compañeros debían adaptarse a sus nuevos zapatos de fútbol de forma exprés.
“Un serbio que vivía en Alemania me proveía mis botines para el Mundial, me los hacían a la medida, le dije que me trajera todos los números que tuviera, ya que había jugadores que actuarían al día siguiente de titulares y tenían que pisar con los nuevos botines la habitación o salir a la cancha en la noche. Empezamos a entender que era una obligación moral ganar el Mundial y, sobre todo, a Inglaterra”, añadió.
Maradona hizo gala de sus dotes de motivador y arengó a sus compañeros a no sentirse inferiores pese a las diferencias en la indumentaria: “Cuando escuché los tapones de los ingleses (en el túnel del Estadio Azteca), que parecían tanques de guerra, le empecé a gritar a los muchachos de una manera feroz: ‘Esos tapones no nos pueden parar, los vamos a hacer caer con tapones y todo, vamos muchachos que ganamos, vamos que los tenemos’. Estaba a lado de Shilton, que era el capitán, ninguno se reía, estaban todos nerviosos, estaban todos cagados. Les dije: ‘Yo hoy la rompo’”.
Y así lo hizo. Aquella tarde Argentina venció 2-1 a Inglaterra con aquella famosa trampa de la ‘Mano de Dios’ y con el ‘Gol del Siglo’ en el que se quitó a tanto inglés que se le puso enfrente como si fueran conos de entrenamiento.