Trabajando como comentarista invitado de la televisión inglesa, el ex-seleccionado francés Patrice Evra dijo al aire que no le gusta la champaña. En realidad se refería a que no le gustaba el "fútbol champagne", como se le dice en Francia al juego bonito que, sin embargo, no da resultados.
Previa táctica: ¿Contragolpe francés o posesión croata?
Mientras los galos han desatado críticas por su calculador juego defensivo, los balcánicos alcanzaron la final con su fútbol alegre sin ganar en los 90 de tiempo regular.
Evra lo dijo al respecto del cambio táctico de Didier Deschamps al quitar al joven extremo del Barcelona, Ousmane Dembelé, quien arrancó de titular en el debut ante Australia, y poner al nueve de área Olivier Giroud para el duelo ante Perú. Pese a que Francia ganó ambos partidos, en el primero dejó dudas defensivas y ya para el segundo el equipo se solidificó atrás.
Y, aunque Les Bleus siguen sin dominar los partidos a través de la posesión del balón, la entrada de Giroud ha permitido que los dos mejores futbolistas galos, Antoine Griezmann y Kylian Mbappé, graviten libres a su alrededor para desequilibrar y desbalancear a los adversarios mediante contragolpes letales.
La victoria de semifinales ante Bélgica fue un claro ejemplo de cómo el del Atlético de Madrid y el del París Saint-Germain cumplen roles muy distintos. Ya con el 1-0 a favor, Griezmann se encargó de bajar el ritmo del partido dando pases laterales mientras que Mbappé intentó a toda costa duplicar el margen a favor con trucos de fantasía.
Por otra parte, quienes parecen estar jugando "fútbol champagne" son los croatas. De hecho, el carrusel de haber tenido cuatro técnicos distintos en seis años desde el 2012 (Slaven Bilic había durado seis años él solo en el cargo desde 2006) se explica por insistir en un fútbol asociativo que ha conllevado muchísimos riesgos.
En 2012, el sucesor de Bilic en el banquillo croata, Igor Stimac, apostó por usar al hoy mediocampista madridista Mateo Kovacic como mediocampista de contención detrás de Luka Modric e Iván Rakitic y Croacia por poco y queda fuera de Brasil 2014. Stimac fue cesado y Niko Kovac asumió intentando usar un doble pivote Modric-Rakitic con el resultado de que México eliminó a Croacia con dos de tres goles en tiros de esquina.
Kovac no siguió como seleccionador y poco después asumió en el Eintracht Frankfurt del mexicano Marco Fabián. Kovac, quien en su tiempo fue el escudero de Luka Modric cuando Modric debutó con Croacia, incluso hizo jugar al mexicano como diez puro detrás de Ante Rebic. Y es que Croacia es una nación con la tradición futbolística de jugar con enganche.
El actual seleccionador balcánico, Zlatko Dalic, ha resuelto los problemas del juego de posesión formando al equipo con un 4-3-3 que tiene la ventaja de acomodar tanto a Modric como a Rakitic en sus roles naturales del Real Madrid y del Barcelona. No obstante, el mediocampista de contención detrás de ambos, Marcelo Brozovic del Inter de Milán, no tiene el nivel de Casemiro o de Busquets y esto ha traído problemas porque el equipo se ha visto vulnerable a los contragolpes.
La gran final de Rusia 2018 será el escenario de dos estilos opuestos: el controversial catenaccio francés contra el arriesgado juego bonito croata. Si triunfa el primero, se hablará de pragmatismo y, si triunfa el segundo, de romanticismo.
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