Los Golden State Warriors se hicieron fuertes este domingo en casa y derrotaron 126-85 a los Houston Rockets, poniendo 2-1 la final de la Conferencia Oeste de la NBA.
Curry y Durant propulsan a los Warriors en final del Oeste de la NBA
Tras algunos ajustes, apareció el equipo imbatible de la temporada pasada, el de las mejores noches de los últimos años: insuperables atrás y letales en ataque.
Los vigentes campeones, que ganaron el primer juego en Houston pero fueron superados de principio a fin en el segundo, se apoyaron en Stephen Curry, Kevin Durant y su sólida defensa para ponerse de nuevo por delante en la serie.
Solo Harden, en acciones aisladas, puso en dificultades a los de Oakland, que maniataron a Chris Paul. El base de los texanos se sentó tras cinco minutos sin haber visto el aro y anotó su primer punto, desde el tiro libre, a falta de tres minutos para el descanso.
El paso por los vestuarios despertó a Curry y, encendido, sentenció a los visitantes. El MVP en 2015 y 2016 pasó de un 3/11 a un 10/18 gracias a siete canastas consecutivas para ponerse con 27 puntos tras el tercer periodo. La magia estaba de vuelta al Oracle Arena, que celebró cada canasta de su jugador como si del título se tratara.
Durant finalizó la contienda con 25 puntos y Curry con 35 mientras Harden y Paul se combinaron para 33 con una pobre selección de tiro (12/32).
El cuarto partido de la serie se disputará el martes, también en el Oracle Arena.