Por: Dan Fridman Stalnicovitz
Dan Fridman: Brock no fue EL-WAY de John en Denver
Anílisis y opinión de las razones por las que Brock Osweiler decidió irse de los Broncos.
Amigos de NFL.com/Español, cuando en el trabajo de la selección y priorización de información relacionada con la NFL, uno se detiene un instante y se pone a pensar lo rápido que un tema se convierte en viejo, es realmente impresionante reflexionar sobre la rapidez con lo que esto ocurre.
Normalmente, es durante el inicio de la agencia libre que este tema toma un sentido realmente exponencial.
Parece que Peyton Manning se retiró hace años y apenas va media semana, ya nadie en el mundo de la NFL habla de Peyton, sin embargo, el tema de ahora sigue siendo la situación del quarterback de los Denver Broncos pero en un sentido muy diferente.
La nostálgica y la veneración hacia el ya legendario #18 en Denver rápidamente se ha transformado en preocupación, ya que no solo Manning no estará bajo centro en el 2016, además de él, Brock Osweiler, quien el destino, y principalmente John Elway, parecían haber preparado para tomar ese lugar, Osweiler, se ha ido de los Broncos al firmar con los Houston Texans.
Elway, quien se veía feliz abrazando a Manning el lunes pasado, cambió por completo esas sonrisas y se puso serio al consumarse la partida de Brock.
Hay que recordar que Elway eligió en la segunda ronda del Draft del 2012 a Osweiler, el mismo año que contrató a Manning, con la esperanza de ser el futuro quarterback de la franquicia.
Los primeros tres años Osweiler estuvo sentando en la banca desarrollándose y aprendiendo del #18 pero en el 2015 las cosas dieron un giro.
Manning, por problemas de lesiones, dejó el puesto, la oportunidad se presentó para el espigado Osweiler con siete juegos como titular en donde, sin ser espectacular, mantuvo al equipo en el camino del triunfo y acabó ganando cinco de esos siete juegos.
Pero en su último juego como abridor, ante los San Diego Chargers en la última semana de la campaña regular, el entrenador en jefe Gary Kubiak decidió mandarlo a la banca en el tercer cuarto con el partido a favor de los Chargers y volver con el consagrado veterano en una decisión que a ‘toro pasado’ fue la correcta ya que con Peyton Manning, los Broncos acabaron dándole la vuelta a ese juego, descansando la primera semana de playoff y, lo más importante, ganando el Super Bowl 50.
Varios reportes indican que esa decisión de Kubiak respaldada por Elway no cayó nada bien en Osweiler, quien la habría tomado personal y habría sido la razón por la que decidió irse, ahora que terminó su contrato de novato, a ganar más dinero con los Texans.
Denver le ofreció a Osweiler un contrato que promediaba los $16 millones de dólares por temporada y con Houston ganará $18 millones por año, pero todo indica que en este caso, no fue el dinero la razón fundamental del divorcio.
Volvamos entonces a enfocarnos en Elway, que probablemente piensa que tenían a un interesante quarterback joven que ellos desarrollaron y que, a la hora de recoger frutos de él, se va por un par de millones de dólares más a producir en otro lado.
Fue así que el ex quarterback que ganó los Super Bowls XXXII y XXXIII con Denver para dar fin a su también legendaria carrera dijo, tras la partida de Osweiler a través de la cuenta de Twitter de los Broncos: "Nos hemos mantenido fieles a nuestra filosofía de construir un equipo con jugadores que quieren ser Denver Broncos y quieren estar aquí. Ese ha sido un enfoque exitoso para nosotros".
Es fácil entonces explicar su declaración, que creo firmemente se debió haber evitado, pero que denota algo que seguramente Elway ha sentido muchas veces en su carrera como jugador y ahora como ejecutivo al perder cuatro Super Bowls, frustración.
Pero está mal mostrar esa frustración ante un jugador que ya no es un Bronco y que, además, nadie se atreve a asegurar que se convierta en estrella.
Es cierto que los Broncos quieren jugadores comprometidos con su causa, pero así como Denver, Houston y los otros 30 equipos de la liga quieren tener jugadores que quieran vestir sus colores.
Elway sabe perfectamente lo que significa despreciar a una franquicia que confió en él, ya parece la prehistoria, pero hay que recordar que cuando salió de Stanford, el ahora GM de los Broncos no quiso jugar con los Baltimore Colts, que lo tomaron primero en el Draft de 1983 y que tuvieron que cambiarlo a Denver.
Ahora un quarterback tiene esa actitud con él, lo que debería hacer es lo mismo que los Colts tuvieron que hacer hace ya 36 años, que fue aguantar su frustración y ver hacia el futuro, un futuro, que irónicamente, tuvo a Peyton Manning años después en su camino pero ya no en Baltimore, sino en Indianapolis.
Ahora revisemos la perspectiva de Osweiler, quien también ha de haber sentido frustración de no llevar él a los Broncos a alzar el Trofeo Lombardi, frustración que lo llevó, según varios reportes, a quererse ir, derecho de cualquier agente libre, pero quizás también una muestra de inmadurez.
Esa inmadurez lo ha llevado a abandonar un lugar donde entiende y domina un sistema, el tiempo dirá si Houston sea también un lugar propicio para que, irónicamente, consiga su despegue como cohete espacial a lo más alto del universo de la NFL, actualmente eso está en seria duda.
La moraleja de esta historia está clara, la tolerancia a la frustración es clave en la vida, habrán muchas veces cosas que no nos gusten, decisiones que nos generen molestia, inclusive justificada, pero tomar decisiones basadas en ese sentimiento muchas veces acaban siendo aún más perjudiciales que la frustración misma.
Al parecer esta vez ni John Elway ni Brock Osweiler lo entendieron, ojalá que no les cueste caro.