Latinoamérica

El Salvador es uno de los países con más agresiones y muertes producto del enfrentamiento entre pandillas. Incluso, es uno de los países en el mundo con cifras con mayores cifras de muertes y criminalización.

Ante la delicada situación política y económica de Venezuela, desde la OEA se solicitó implementar la Carta Democrática de la organización. No obstante, los países miembros no se pusieron de acuerdo respecto a la medida.

A veces nos enfocamos más en los retrocesos y menos en los grandes logros. Pero lo cierto es que en la última década, América Latina ha logrado importantes avances que vale la pena tener presentes y valorar.

De los 180 defensores de los pueblos indígenas asesinados en 2015, el 40 % eran, precisamente, indígenas. La ONU alerta que el mundo entero está vulnerando sus derechos. Ellos «quieren defender sus tierras y recursos, y también proteger el derecho de definir libremente su estatus político y social», pero, según Victoria Tauli-Corpuz, relatora especial de la ONU, «al reivindicar, muchos de ellos fueron arrestados y encarcelados en algunos países bajo acusaciones de terrorismo o de pertenecer a grupos de opositores políticos».

Una noche de marzo en 2016 varios hombres entraron a la casa de una activista ambiental, Berta Cáceres, que se había manifestado contra una central hidroeléctrica, y la mataron a tiros mientras dormía. El hecho tomó notoriedad mundial pero pareció un suceso aislado. Global Witness, una organización internacional que busca terminar con la explotación de los recursos humanos así como los abusos de los derechos humanos, decidió estudiar el caso de Honduras y encontró que la muerte de Berta Cáceres no fue un hecho aislado.

La libertad de prensa es esencial para la democracia de un país: no solo porque cada ciudadano debería gozar del derecho de informar sino porque además el derecho a informarse es uno de sus pilares fundamentales. Sin ese derecho, la democracia no tiene la fuerza suficiente para subsistir.