Las autoridades australianas revocaron la visa por segunda vez al tenista serbio Novak Djokovic, cuatro días después de que en un juicio obtuviera una victoria legal que lo liberó de su detención de inmigrantes donde estaba por su negativa a vacunarse contra COVID-19 para participar en el Australian Open.
Cancelan por segunda vez visa de Novak Djokovic en Australia
La revocación del documento se da después de que un juez le permitiera quedarse en el país.
El ministro de inmigración de Australia, Alex Hawke dijo en un comunicado que cancelaba la visa del tenista por motivos de “salud y buen orden” y además dijo que hacerlo era de interés público.
Aunque no ofreció más detalles, sí destacó que el gobierno australiano se comprometió a proteger las fronteras del país durante la pandemia.
Sólo faltan tres días para el inicio de Australian Open y no está claro que sucederá a continuación, pues Djokovic puede volver a la corte para apelar la decisión pero expertos legales creen que tendrá pocas posibilidades de ganar, puesto que la primera querella la ganó basado en “procedimientos limitados”.
Tras su liberación de la detención, el tenista se dispuso a entrenar y por otro lado, el sorteo del Australian Open lo incluyó como participante.
La investigación que Hawke dirigió encontró que hubo datos falsos sobre los documentos que entregó a los funcionarios fronterizos, lo que Djokovic explicó como “errores humanos”.
Todo esto comenzó cuando las autoridades del tenis australiano otorgaron a Novak Djokovic la exención de vacunación para participar en el Abierto de Australia, pero las autoridades fronterizas cancelaron su visa con el apoyo del primer ministro Scott Morrison, pues el tenista sigue sujeto al requisito de todas las personas que ingresen al país deben estar vacunadas.
Legalmente, el ministro de inmigración Alex Hawke puede cancelar una visa por motivos de carácter o si encuentra que los datos de los registros son falsos o que la persona del visado represente un riesgo para la salud o la seguridad. En este momento, Australia se encuentra en su peor momento en la pelea contra el coronavirus.
Por tanto, el gobierno de Morrison demuestra que consideran la expulsión del tenista una prioridad nacional que vale el riesgo de recibir críticas internacionales por cuestiones politicas.