El portugués de 43 años confesó lo mal que lo pasó tras castigar en tres ocasiones a la exnúmero 1 del mundo, a tal grado que esa noche se fue corriendo a su hotel y al día siguiente evitó salir a las calles de Nueva York.
Ramos tiene prohibido comentar sobre lo sucedido debido a que la ITF no permite declaraciones sobre los partidos, pero sí habló con el exjuez Miguel Seabra, quien ahora trabaja para el diario Tribuna Expreso.
“No te preocupes por mí. Me encuentro bien, dadas las circunstancias. Es una situación triste, pero el arbitraje a la carta no existe", comentó.
Tanto la WTA (Women’s Tennis Association) como la USTA (United States Tennis Association) (United States Tennis Association) respaldaron las acusaciones de sexismo de Serena sobre Ramos, quien curiosamente no recibió el distintivo que tradicionalmente le enrtregan a los jueces al finalizar la final de un Grand Slam.
