Quizás nadie en la historia el tenis ha sabido reponerse tanto a las adversidades como Rafael Nadal. Y qué mejor ejemplo de lo dicho que lo hecho hoy por el español, primer preclasificado, ante el austriaco Dominic Thiem, a quien venció por 0-6, 6-4, 7-5 y 6-7(4), 7-6(5) en cuatro horas y 49 minutos de partido.
Mentalidad de hierro: en un partido épico, Nadal venció a Thiem y pasó a semifinales del US Open
El español, tras perder 6-0 el primer set, sacó lo mejor de su tenis para superar al austriaco en cinco sets y quedar a solo dos triunfos de revalidar su título en Nueva York.
Aunque se habían enfrentado 10 veces, esta era el primer partido entre Nadal y Thiem en una superficie diferente a la de arcilla, con el español liderando los enfrentamientos entre sí por 7-3 y con la ventaja anímica de haber ganado en tres sets seguidos su último choque: la gran final de Roland Garros (6-4, 6-3 y 6-2).
Pero esta noche en el Estadio Arthur Ashe, Thiem tenía otros planes y salió dispuesto a demostrarlo. El primer parcial fue un verdadero recital de tiros ganadores del joven de 25 años: cinco saques directos, 13 ‘winners’, apenas dos errores no forzados y haber ganado todos sus puntos con el primer servicio hicieron que en apenas 25 minutos el austriaco se llevara el primer set por un sorprendente y abrumador 6-0.
Sin embargo, en el segundo parcial todo cambió. Thiem bajó un poco su efectividad, cometiendo 12 errores no forzados, el doble que Nadal, y pegando apenas siete tiros ganadores, seis menos que en el primer parcial. Pero más que los fallos del hombre nacido en Wiener Neustadt, lo que se vio en el segundo parcial fue la fortaleza mental del español quien, a pesar de que aún no jugaba su mejor tenis, aprovechó para definir y ganar los puntos clave (rompió el saque de Thiem en las dos oportunidades que tuvo) para llevarse el segundo set y emparejar la acciones.
La tercera manga fue vibrante. Los dos tenistas mostraron lo mejor de su tenis y el austriaco logró lo que parecía ser un quiebre definitivo en el sexto juego. No obstante, enfrente estaba Rafael Nadal, un hombre que jamás se da por vencido, incluso cuando las cosas parecen ir totalmente en su contra. El de Manacor logró un quiebre en el décimo game con Thiem sirviendo para quedarse con el set y, para completar, logró uno más en duodécimo para irse arriba 2-1.
Cuando todo hacía pensar que esos dos quiebres había sido un golpe demasiado fuerte para Thiem, el austríaco mostró templanza y logró un nuevo quiebre en el tercer game. Pero la historia se volvió a repetir. En el octavo game, con Thiem sirviendo para irse 5-3 arriba, Rafa volvió a lograr un quiebre e igualó las acciones. Así las cosas, el set se definió en el ‘tie break’ y allí fue el austriaco el que tuvo más pulso para imponerse 7-4 y forzar un quinto y definitivo set.
En dicha manga, contrario a las anteriores, los dos jugadores no cedieron su saque. La tensión que se viva en el ambiente era latente en las tribunas, donde el apoyo al tenista ibérico era mayor al de su oponente. Tras una lucha intensa, la batalla tuvo que definirse en la muerte súbita. En ella, en su primer punto de partido, Nadal se llevó la victoria tras un ‘smash’ fallido de su rival...quizás la peor forma de definir lo que fue un partido lleno de jugadas brillantes.
El de hoy era el primer partido de Nadal contra un Top 10 en el US Open en los últimos cinco años y sin duda resultó una prueba muy dura ¿Su premio por avanzar a semis? Enfrentar en semifinales a Juan Martín del Potro, vencedor hoy de John Isner en cuartos. Esta madrugada en New York, más que su juego, Rafa volvió a demostrar que su poder mental es superior a cualquiera que haya tomado una raqueta de tenis en su manos y eso lo deja cerca de logra rsu decimoctavo trofeo de Grand Slam.