La tenista puertorriqueña Mónica Puig, número 53 en la clasificación mundial de la WTA, admitió que pensó en retirarse tras ganar la medalla de oro olímpica en los Juegos de Río 2016 debido a que no pudo manejar la presión social y mediática que le provocó semejante logro.
Mónica Puig pensó en retirarse tras ganar el oro en Río 2016
La puertorriqueña confesó lo difícil que le fue lidiar con el éxito, la presión y la negatividad.
"No ha sido fácil. Hasta hoy en día he tenido mis momentos de si debo continuar, de pensar que esto no es posible, de sentirme mal, de (siento) que no quiero hacer esto más, porque hay mucha negatividad en mi círculo (grupo)", dijo Puig.
La jugadora hizo esta revelación durante su participación en la IV edición de 'Animus', una plataforma de innovación diseñada para acrecentar el desarrollo personal y profesional de mujeres empresarias en Puerto Rico.
"Entonces, paro a pensar y digo: "Pero he llegado hasta acá creyendo en mí, en mi talento, en todo lo que me hace Mónica Puig. Y si abandono ahora, no estoy siendo fuerte ni honesta conmigo misma ni con toda la gente que me sigue", ahondó...
Puig detalló sus comienzos como tenista profesional, así como su experiencia de desfilar en la apertura de los Juegos de Río, y reflexionó que muchos de los deportistas ganarían alguna medalla, menos ella.
No obstante, tras tener un buen arranque en el año, afirmó que pensó que podía tener una buena actuación en la cita olímpica.
Fue así que se clasificó a las finales del tenis femenino y derrotó a la alemana Angelique Kerber por 6-4, 4-6 y 6-1, en una gesta que cambió totalmente su vida.
"Me afectó mucho porque después de algo tan grande, ahí es cuando uno necesita el apoyo, porque la vida te cambia de una manera drástica, y no fue hasta que cumplí 25 años que dije que estaba lista para madurar", añadió.
"Eso me pasó a los 22 años y yo era muy joven. No sabía nada, no me esperaba nada. Llegué a Puerto Rico y todo era abrumador. No pude manejar las presiones y fue un año horrible", reflexionó sobre aquellos meses, después de convertirse en la primera puertorriqueña en ganar una medalla de oro olímpica.
Ante toda esa presión, Puig reflexionó y analizó que en la recién concluida temporada de 2018 "iba a estar bien" y que su crisis emocional se le fuese en un par de meses o años.
"Ahí es donde uno se tiene que apoyar de la familia, en los verdaderos amigos, porque obviamente cuando haces bien, mucha gente quiere ser tu amigo, pero cuando las cosas están mal, nadie está para ti", expresó.
"Hoy en día siento que estoy más cómoda, más segura de mí misma. Aunque aún lloro, me entiendo mejor. Aunque me sienta mal, 'its okay' porque voy a seguir luchando por mis sueños. Sé que he tenido una semana horrible, pero los días pasan y tengo un apoyo increíble que me empuja a seguir adelante", concluyó.