La estadounidense Sloane Stephens, campeona del último Abierto de Estados Unidos, ganó este sábado el Premier Mandatory de Miami al derrotar por 7-6 y 6-1 a una tenista letona Jelena Ostapenko que pagó sus numerosos errores no forzados.
Stephens se coronó en Miami tras aplastar a Ostapenko
Stephens tuvo un partido tranquilo y se llevó el torneo en poco más de una hora después de que Ostapenko no opuso resistencia.
Stephens ganó la final con solo 6 golpes ganadores y 21 errores no forzados, suficientes teniendo en cuenta que la europea tuvo apenas cuatro "winners" más y se fue hasta 48 fallos.
Con estas facilidades, la 12 de la WTA pudo romper en hasta siete ocasiones el saque de la letona y embolsarse buena parte del triunfo en los fallos de su rival.
Y todo este carrusel de "breaks" empezó pronto.
La estadounidense le quebró el saque a su rival en la primera ocasión que tuvo, aunque Ostapenko le endosó dos fabulosos reveses paralelos en el siguiente juego que le permitieron recuperar el servicio en el segundo juego.
Con 3-3 en el marcador, la número cinco del mundo se mostraba más acelerada en el juego, y recuperó los saques que le arrebataba la estadounidense, hasta que la falta de ambición de la floridana le abocaron a disputar el desempate.
Y fue cuando Ostapenko cedió el primer set de todo el torneo, tras ver cómo su rival le devolvía sus potentes reveses y ella enviaba a la red innumerables bolas.
Al inicio del segundo set se vio el mismo partido.
La letona rompió de nuevo el saque a la 5 del mundo nada más arrancar, pero su calvario en el saque le permitía recuperar a la floridiana, que le hizo dos "breaks" seguidos en el cuarto y el sexto juegos (5-1) y ganar su sexto título.
La estadounidense, que pasará este lunes próximo a ser número nueve del mundo, marcó territorio en su casa para convertirse en la última campeona que presenciarán las gradas de Cayo Vizcaíno, e inscribir así, su nombre, en la historia del Abierto de Miami.