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    Latinos tienen amplias oportunidades de trabajo en el sector militar

    Unirse a las fuerzas armadas es una oportunidad de servir al país, aprender cosas nuevas y forjar un futuro. Pero una reunión con un reclutador militar es distinta a una entrevista de un trabajo convencional. Aquí te explicamos.


    Por:
    Univision

    Un encuentro con un reclutador militar no es igual a una entrevista de trabajo.

    Imagen SDI Productions/Getty Images
    Un encuentro con un reclutador militar no es igual a una entrevista de trabajo.

    Cómo prepararte para una reunión con un reclutador militar

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    Unirse a las fuerzas armadas es una oportunidad de servir al país, aprender cosas nuevas y forjar un futuro. Las entrevistas para las fuerzas armadas son diferentes a las de un trabajo convencional.

    Es normal hablar con un reclutador, o varios, que verán si estás cualificado/a para un trabajo en las fuerzas armadas. Decidirán si seguirás en el proceso y después te pre-aprobarán para un trabajo. ¡Te explicamos cómo funcionan estas entrevistas y cómo te puedes preparar!

    ¿Qué pasa durante una reunión con reclutadores militares?

    El primer paso en tu jornada militar típicamente es una entrevista informativa con un reclutador. Hablarás con alguien de la rama militar que te interesa. Ahí responderán tus preguntas y determinarán si podrás continuar en el proceso.

    No hay necesidad de comprometerte a un contrato militar después de tu primera reunión. Si eres elegible para un trabajo tendrás más reuniones donde te harán exámenes médicos, de aptitud y el ASVAB (un exámen con una duración de casi 3 horas que mide tus capacidades).

    Cada rama de las fuerzas militares usa tus resultados del ASVAB para ver en qué sección y/o puesto tienes más potencial de éxito.

    1. Prepara preguntas

    Tu primera entrevista es una oportunidad para darte a conocer y aprender un poco más sobre las fuerzas armadas. Es recomendable llevar un cuaderno y lapicero para que tomes notas.

    El trabajo de los reclutadores es contratar a varias personas, por lo cual prefieren a quienes estén entusiasmados/as por comenzar el servicio militar.

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    Normalmente, tendrán una disposición amable y cordial. Es importante que preguntes sobre los aspectos desafiantes que podrías enfrentar en las fuerzas armadas.

    2. De ser aplicable, determina quién irá contigo

    A diferencia de otras profesiones, puedes llevar a alguien de confianza a tu entrevista con reclutadores de las fuerzas armadas. Puede ser un amigo, pariente o mentor.

    Es mejor traer a alguien que haya servido en las fuerzas armadas y en quien confíes. Si llevas un acompañante, ellos escucharán tus respuestas a preguntas personales sobre tu salud, antecedentes penales y/o uso de drogas ilícitas.

    La única “persona” que no puedes traer es tu mascota. Es tierno, pero será visto como poco profesional.

    3. Programa tu cita

    Puedes ir a una oficina militar sin cita pero no hay garantía de que podrás hablar con alguien si están ocupados. ¡Programa tu cita! Así podrás ir con calma, llevar a alguien y prepararte con preguntas.

    4. Alista tu ropa y prepárate para llegar a tiempo

    Llegar a tiempo es indispensable para dar una buena impresión y es algo que tendrás que hacer si te aceptan en una de las ramas de las fuerzas armadas.

    Vístete con ropa limpia y bien arreglada. Es admisible vestirte con ropa casual, como pantalones khaki, una camisa de botones sin corbata y un blazer. También puedes usar una camisa de color sólido que no tenga gráficos, jeans oscuros o una falda. ¡Y que no te falten zapatos impecables!

    No es recomendable llevar joyas llamativas ni perfume. Si eliges usar accesorios, asegúrate de que sean modestos o prácticos, como un reloj o joyas pequeñas.

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    5. Dile a tu reclutador/a si deseas seguir con el proceso (o no)

    Si no te sientes lista/o para seguir con el proceso de reclutación, dile a la persona que te está entrevistando en cuanto lo sepas. Esto es cortés y garantiza que respetes el tiempo de la persona que te está entrevistando.

    Igual, si quieres seguir explorando las fuerzas armadas, ¡exprésalo! Si estás hablando con personal de otras ramas de las fuerzas armadas, dile a tu reclutador. También diles si necesitas un poco más de tiempo para pensar en tus opciones.

    6. Tómate tu tiempo para pensarlo

    No tienes que comprometerte con comenzar el servicio militar después de tu primera charla con los reclutadores. Unirse a las fuerzas armadas no es como otros trabajos. Renunciar a las fuerzas armadas puede ser complicado y sólo es permisible bajo ciertas condiciones:

    • Tendrás que escribir una carta explicando por qué quieres salir de las fuerzas armadas.
    • Podrías perder tu derecho a beneficios otorgados a personas que terminan su servicio y la opción de volver a entrar al servicio militar.

    Hay excepciones, como:

    • Retiro por razones médicas
    • Retiro a causa de necesidad financiera

    Las fuerzas armadas buscan personas que puedan trabajar durante el tiempo estipulado en sus contratos para poder contar con ellos para diferentes oficios, en situaciones de combate y para poder formar sus planes estratégicos sin la preocupación de tener personal que va y viene.
    El servicio militar es un compromiso de varios años, así que piensa bien en tus opciones. Puedes hablar con reclutadores de todas las ramas de las fuerzas armadas. Muchos reclutadores te motivan a que hagas justamente esto. Existe la opción de diferir tu entrada a las fuerzas militares por hasta un año.

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    También piensa en tus otras opciones fuera del servicio militar:

    • Educación universitaria
    • Hacer algún otro oficio
    • Viajar
    • Tus responsabilidades en casa

    Investiga todo lo que puedas sobre las fuerzas armadas y tus demás opciones para tomar la mejor decisión para ti.
    En conclusión

    Las fuerzas armadas son una excelente oportunidad para servir al país, aprender cosas nuevas y comenzar una carrera a largo plazo. Con sus diversas ramas, empleos y la disciplina que ofrece, puedes lograr muchas metas personales y profesionales.

    Sin embargo, el compromiso con las fuerzas armadas no es igual al que adquieres en un trabajo común. Con los pasos que te hemos explicado estarás preparado/a para tu reunión con un reclutador. ¡Te deseamos mucha suerte!

    Piensa bien en lo que quieres y tómate el tiempo necesario para ver si este camino es el indicado para ti.