Casi nadie lo nota fuera de su tierra natal, pero el Papa Francisco (el pontífice más apasionado por el fútbol en más de dos mil años) usa para sus discursos letras de canciones de Los Auténticos Decadentes y Los Fabulosos Cadillacs.
Capitulo 2.- Argentina, la cumbia y la cancha: casi una experiencia religiosa
La pasión argentina por el fútbol congrega y hermana multitudes alrededor de la figura más perfecta y uniforme que existe: la pelota.
En su visita del 2016 a Tuxtla Gutiérrez, en el sur de México, habló de preferir a ‘una familia que una y otra vez intenta volver a empezar, (que) a una familia y sociedad narcisista y obsesionada por el lujo y el confort’. Uno de los versos de ‘La Guitarra’ de los Decadentes precisamente acaba en la misma frase: ‘Mi espíritu rebelde se reía del dinero, el lujo y el confort’.
Cuando fue a la ONU, habló de la injusticia y la exclusión hacia los pobres del mundo como la ‘cultura del descarte’. Una estrofa de ‘Mal Bicho’ de los Cadillacs dice eso mismo: ‘Vos que andás diciendo que hay mejores y peores, cómo se te ocurre que algunos son elegidos, y otros son para el descarte, ambiciones de poder’.
Francisco cita a menudo los versos de estos grupos argentinos porque Jorge Mario Bergoglio también es argentino. Aunque él deba hablar mediante un lenguaje universal, no puede evitar expresarse como el argentino que es. Aunque el fútbol represente también un lenguaje universal, en Argentina este deporte se expresa como se expresa el país: con el juego, sí, con la gambeta, el caño y la rabona.
Pero también con la cumbia, los bombos, los platillos y las trompetas. Tirando al aire papelitos, ondeando banderas y colgando trapos de los postes más altos de las canchas.
‘Club Atlético Decadente’, fue el nombre del octavo disco de estudio de Los Auténticos Decadentes. Como si fuera el Club Atlético River Plate, el Club Atlético Boca Juniors o el Club Atlético San Lorenzo de Almagro. De tanto que los hinchas usaban sus melodías cambiándoles las letras para ir al estadio, estos grandes músicos decidieron ahora usar los nombres de equipos de fútbol para su promocionar su propia discografía.
Aguante Club Atlético Decadente.
¡LA VUELTA VAMOS A DAR, VAMOS A DAR, VAMOS A DAR! no es en realidad sino la versión modificada de ‘El Murguero’, cuyos versos dicen que: ¡SE VIENE EL TUTÁ TUTÁ, TUTÁ TUTÁ, TUTÁ! (Llega con este ritmo, ritmo de murga muy popular, y que hace muchos años, lo bautizamos tutá tutá). Se trata de la murga, música de la gente del cono sur llevada a las gradas para hacer sentir al rival que detrás de once jugadores hay miles bancando a muerte a su equipo de fútbol.
‘¡Te están buscando matador!’ de los Cadillacs ha sido tocada y retocada al infinito para bautizar a diversos goleadores, no solamente argentinos, sino del resto de Latinoamérica: ‘Matador’ era el chileno Marcelo Salas; ‘Matador’ también era el mexicano Luis Hernández; y hoy ‘Matador’ es el uruguayo Edinson Cavani, bota de oro en Europa. Y es que en el juego el que ‘la manda a guardar al fondo de la red’ es el que liquida, el que fulmina, el que acaba, el que mata y recontramata.
Dicen también los Cadillacs en otro de los versos de ‘Mal Bicho’ que ‘ante los ojos de Dios todos somos iguales’. Tal frase nunca se dice mejor que en las tribunas de un estadio argentino por grande o chico que sea. Dicen los hinchas no ser individuos, sino una congregación denominada ‘hinchada’ que baila cumbia y murga alzando los brazos y que se lleva las manos a la cabeza y grita jubilosa cuando ve al matador empujar la figura más perfecta y uniforme tras la línea de gol.
Y sí, es casi una experiencia religiosa.