" Facu era una persona divina, un loco lindo. Era un hermano que ya no me lo va a devolver nadie", dijo Jorge Espíndola, familiar del portero Facundo Espíndola, asesinado en el bar Jack´s Home, al sitio Infobae.
Facundo Espíndola, víctima de una tragedia que vuelve a devastar a la Argentina
El portero, de 25 años de edad, buscó una oportunidad en el fútbol con River Plate y Lanús. Debutó en 2016.
La muerte del exarquero de River Plate y de Almagro ha conmocionado, no solo a la Argentina, sino a todo el mundo por la forma tan absurda en la que se dio. Además, por estar involucrados dos compañeros de profesión.
Facundo Espíndola apenas tenía 25 años de edad. No era precisamente un novato del fútbol, pero si lo era de la vida. La juventud, su inexperiencia y el calor de la fiesta lo llevó a responder una estúpida ofensa que jamás debió darse.
Arquero de profesión, Espíndola fue apuñalado por el también futbolista Nahuel Oviedo. En el fútbol, en lo más bello de este deporte, el gol siempre se genera luego de un ataque ofensivo, puramente deportivo, hacia la meta rival. Un delantero vs. un portero es la madre de las batallas que se debe dar en un terreno de juego, pero jamás fuera de una competencia limpia como lo es una competencia de fútbol.
Espíndola, como la gran mayoría de chicos en Argentina, soñó con jugar fútbol. Lo intentó y lo consiguió, primero en las inferiores del bravo club Chacarito Juniors, después en un grande continental como River Plate y posteriormente, en Lanús, uno de los clubes que más victorias ha cosechado en el último lustro. Lo intentó en Defensores de Belgrano de Villa Ramallo y en Atlético Uruguay.
Pero a Facundo Espíndola no le llegó la oportunidad para debutar como profesional hasta que defendió la camiseta de Almagro. Tristemente, el recuerdo de su último club como ser humano.
Al momento de su agresión, Espíndola se encontraba libre y en búsqueda de intentar una nueva opción como profesional. Estuvo cerca de jugar en el Perú con el club San Martín de Porres, sin embargo, según versiones periodísticas en Argentina, no consiguió dicho objetivo por un problema de cupo de extranjeros.
Ahora no habrá más oportunidades. No habrá más atajadas ni tampoco goles en contra. Su vida fue arrancada por culpa de otra persona que, cobardemente, le clavó un cuchillo en el pecho.
"Estamos hechos mierda a nivel familiar. No es justificable lo que se hizo. Es algo salvaje. Sea la discusión que sea, a mi hermano no me lo devuelve nadie", destacó Jorge, su hermano.
El cuerpo de Facundo Espíndola terminó a las puertas de un McDonalds cerca de las 6 de la mañana. G olpes, patadas e insultos se habían dado antes de que fuera asesinado. Lo que empezó como una pelea con manos terminó con un arma blanca.
Ahora, llega la indignación por el asesinato. La consternación por un fútbol que vive diversos episodios de violencia, normalmente en la grada, y que hoy lamentablemente se extendió a los protagonistas.