El Real Betis ganó 3-5 al Sevilla en un derbi frenético y con muchos goles y le brindó el mejor regalo de Reyes a su afición, al volver a vencer en un duelo sevillano en liga casi seis años después y en el estadio del eterno rival.
Betis se llevó el derbi de Sevilla con gran juego de Guardado
El mexicano comenzó la jugada del tercer gol bético y provocó dos tarjetas amarillas.
Los béticos, que ya habían ganado 0-2 en la Liga Europa en 2014 en el Sánchez Pizjuán, aprovecharon los errores defensivos del Sevilla y demostraron más intensidad, lo que les llevó, tras una primera mitad igualada, a adelantarse dos veces e irse al descanso con 2-2 y a rematar la faena en una segunda mitad con cuatro goles más ante el naufragio de los sevillistas.
Hasta tal punto fue veloz y sorprendente el arranque que sólo se llevaban 23 segundos cuando el Betis silenció el Sánchez Pizjuán, al marcar el canterano Fabián Ruiz el 0-1 de un zurdazo ajustado al poste desde la frontal del área en un fallo de la zaga local.
Este rápido varapalo espoleó al Sevilla, pronto llegó el 1-1 al rematar Ben Yedder en el área chica una falta rebotada por Escudero en el minuto 13.
El Sevilla quiso imponer su mayor dominio, pero de nuevo fue el Betis el que se adelantó en una falta desde la derecha cobrada por Joaquín que el marroquí Feddal cabeceó al fondo de la red a los 21 minutos.
Sevilla logró el 2-2 con un testarazo del danés Simon Kjaer, tras un pase de cabeza de Vázquez.
El mexicano Guardado ya había rozado el gol a los 4 minutos, pero su tiro dio en el poste derecho, rebotó luego en Sergio Rico y el rechace también lo mandó al palo Fabián, pero ya en fuera de juego. Fue el preludio de dos goles seguidos del Betis que lo pusieron con 2-4 antes del ecuador de esta mitad, en pleno desconcierto local.
El 2-3 llegó a los 63 minutos al definir el danés Riza Durmisi ante Rico, tras un pase genial de Boudebouz a la espalda de la zaga, y sólo un minuto después, ante la debacle defensiva del Sevilla, amplió su cuenta por medio de Sergio León, que anotó el cuarto de un toque sutil tras una contra que acabó en un gran servicio de Tello.
Los sevillistas no se rindieron, tiraron de orgullo y se metieron de nuevo en el choque con un tanto de cabeza de Lenglet a centro de Nolito, en el 67, pero pese a los constantes intentos, ya no hubo fortuna para los locales.