El Real Madrid terminó sufriendo y pidiendo la hora ante un Huesca combativo, guerrero, que no dejó un balón por perdido, pero a final de cuentas, un golazo de volea de Gareth Bale le dio un triunfo importante al cuadro merengue que le sirve para ubicarse en la cuarta posición de la tabla con 26 unidades, sólo detrás del Barcelona (31), Sevilla (28) y Atlético de Madrid (28).
Golazo de Gareth Bale le da el triunfo a un Real Madrid poco imaginativo ante el Huesca
Los tres puntos le dan posibilidad al cuadro merengue de escalar hasta la cuarta posición de la tabla, por debajo del Barcelona, Sevilla y Atlético de Madrid.
Al conjunto madrileño, presionado por las victorias logradas por el blaugranas y colchoneros, no le tembló el pulso, como ocurrió en la anterior salida al campo del Eibar, aunque el juego que exhibió fue pobre, además de mostrar poca ambición para intentar sentenciar un partido en el que era muy superior.
Una cabalgada del lateral derecho, Álvaro Odriozola, por su banda sirvió para ponerle un centro medido por alto a Gareth Bale que empalmó de volea a la red al 8’. El Real Madrid, tras el gol, intentó gastar las energías justas para esperar que llegara el segundo tanto y comenzó a especular con el balón.
Tras el descanso, los locales intentaron sorprender a los visitantes y, con una fuerte presión, consiguieron empujar a su oponente hacia su área con varios centros que no encontraron rematador y tras un buen remate de David Ferreiro que envió a tiro de esquina Courtois en el 57’.
Los espacios que dejó atrás el Huesca fueron la puerta por donde en dos ocasiones se coló Bale, el más activo de los suyos tras el regreso de vestuarios, primero con un remate en el 62’ que desvió Jovanovic y después intentando una vaselina que se marchó fuera cuando se cumplía el 70’.
Con el Madrid encerrado en su área pidiendo la hora y con un Thibaut Courtois muy activo, a punto estuvo de llegar el empate local, ya que Cristian Rivera enganchó un disparo en el tiempo de compensación que salvó de cabeza Carvajal sobre la línea de gol para darle la victoria a los suyos en un partido triste, gris y mediocre.