Cinco lesiones en el fútbol que nos pusieron los pelos de punta
El día de su debut con Tigres, Luis Martínez se lastimó una de sus rodillas en una imagen espeluznante que nos trajó a la mente algunas de las lesiones más recordadas y celebres.
Mucho de trágico tuvo la lesión de Luis Martínez el fin de semana pasado.
Fecha uno del Clausura 2017, el chico debutaba esa tarde en Primera División debido a la medida de Tigres de dar vacaciones a los titulares ante el poco descanso entre un torneo y otro.
Y fue en una jugada espeluznante y sin intervención de un rival. Se lastimó solo.
A los 74 minutos del encuentro ante Santos en el Estadio Universitario, luchaba por un balón con Jonathan Rodríguez y al momento de barrerse por el esférico, la rodilla derecha se le atoró en el pasto.
El diagnóstico oficial fue una ruptura de ligamento medial y cruzado anterior, y desgarro del menisco lateral externo. En pocas palabras se destrozó por completo la rodilla.
Aún no hay un tiempo estimado de recuperación luego de la necesaria intervención quirúrgica que se le hará.
La escalofriante imagen de Martínez con la rodilla atorada en el pasto y girando descompuesto nos recordó, necesariamente, otras lesiones trágicas y celebres en el fútbol.
Ramón Ramírez
Era la joven promesa de Santos cuando el 15 de diciembre de 1991, Ramón Ramírez sufrió una artera entrada del americanista Carlos Alberto Carrillo que le dejó fuera del fútbol por nueve meses.
Al minuto 42, adelante de la zona central del viejo Estadio Corona los dos mediocampistas se encontraron ante un balón dividido.
Carrillo -que debutó y se despidió de la Primera División ese día- llevaba en mente detener a su habilidoso rival, pero no de la mejor manera.
Se tiró prácticamente con los dos pies y de frente sobre la rodilla izquierda de Ramírez que quedó tendido en el césped y un conato de bronca se generó a su alrededor.
Muchos temieron que aquello fuera el final de su carrera. Ramón se perdió los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, pero regresó a las canchas para volverse una leyenda del fútbol mexicano.
Cuauhtémoc Blanco
Ansil Elcock pasó a ser el enemigo público del fútbol mexicano por una artera entrada, con lesión incluida, sobre Cuauhtémoc Blanco en el Estadio Azetca.
El futbolista de Trinidad y Tobago se paró ante el Tri, el 8 de octubre del 2000 en un juego de eliminatoria mundialista y quebró a Blanco que era jugador del Valladolid de España.
Ya ganaba el Tri 6-0 aquel duelo de eliminatoria mundialista cuando Blanco y Elcock se enfrentaron en el área caribeña a los 76 minutos.
El mexicano llevaba un par de goles en el partido e intentó un recorte sobre Ansil que lo recibió con los tacos justo en la rodilla, la cual se le dobló hacia adentro en una imagen horrorosa.
Blanco estuvo fuera de las canchas ocho meses, perdió algo de velocidad y potencia en las piernas, pero su fútbol quedó intacto.
Edgar Andrade
Como le ocurrió a Martínez, Edgar Andrade se lesionó solo. Ocurrió el 12 de mayo del 2007 en el juego de vuelta de los cuartos de final del Clausura 2007.
El entonces jugador de Cruz Azul - campéon Mundial Sub 17 con el Tri en Perú 2005- de entonces 19 años, se enfrentó a Hugo Droguett sobre la banda izquierda a los seis minutos de iniciado el cotejo en el Estadio Azul.
Se barrió buscando hacerse del balón o detener el centro del chileno y la pierna derecha se le atoró en el campo de juego. El resultado fue una fractura múltiple de tobillo, de peroné y de tibia, así como la ruptura del ligamento del tobillo derecho.
Regresó unos meses más tarde a las canchas y sigue jugando hasta la actualidad en la Liga MX.
Luis Garrido
Luis Garrido no tenía participación en la jugada entre Wilmer Crisante y Javier Aquino, al menos no hasta que el jugador mexicano le cayó encima.
El Tri viajó a Honduras para disputar un juego de eliminatoria mundialista en el Estadio Olímpico Metropolitano de San Pedro Sula el 17 de noviembre del 2015.
A los 38 minutos, Crisante y Aquino disputaban el esférico cuando el mexicano, producto de la jugada, salió despedido hacia la pierna de Garrido y le rompió la rodilla en una jugada harto desafortunada.
Diez meses más tarde, Garrido regresó a las canchas tras recuperarse de la rotura de los cuatro ligamentos de la rodilla izquierda.
Ronaldo
‘El Fenómeno’ tenía un fútbol poderoso y espectacular, pero las rodillas de cristal. Dejó muchas muestras de ambas cosas a lo largo de su carrera.
Pero ninguna imagen suya sufriendo fue tan poderosa como la de la campaña 1999-2000.
Casi toda la temporada había estado fuera por una rotura parcial del tendón rotuliano de la rodilla derecha.
Antes de que terminara el torneo, los servicios médicos del Inter de Milán le dieron de alta.
Su regreso fue en el Estadio Olímpico de Roma ante la Lazio y todo parecía ir de maravilla cuando en medio de tres rivales al borde del área rival, al intentar hacer una bicicleta, cayó al suelo vencido por sí mismo.
Se tomó la rodilla derecha y lloró con desconsuelo pidiendo a su madre mientras abandonaba el terreno de juego.
Pero si su fútbol era espectacular, su mente lo era más. Regreso un año más tarde y en el Mundial de Corea-Japón se llevó todos los honores, incluido el campeonato de goleo y, claro está, el título de campeón del mundo.