Vender tacos en el centro de León y dormir en la tribuna fue parte de lo que vivieron los legendarios campeones de la Fiera antes de levantar el título de la temporada 91-92. Para ellos, lo importante era demostrar su amor por el cuadro esmeralda y la pasión por vestir sus colores.
De vender tacos a ser campeones con León: la garra esmeralda
Dormir en las tribunas y vender tacos fue parte de lo que vivieron los futbolistas que fueron campeones con León en la temporada 91-92.
En charla con Versus Digital, elementos de época de León contaron diversas anécdotas, entre ellas, las de dormir en 'la baticueva'.
"Dormíamos abajo de las gradas del estadio, donde era la sala de prensa para el Mundial del 86. Ahí lo medio acomodaron, pero no llegaron a hacer nada; era simplemente el hueco. En un colchón dormíamos dos o tres; era la 'baticueva' famosa. Era una entrada de la puerta 5, no había luz, WC, regaderas, teníamos que caminar hasta el otro lado para entrar al vestidor del estadio", contó Carlos Turrubiates, exfutbolista de la Fiera.
"Nosotros llegamos a poner cajas, urnas en los túneles de entrada para que se cooperara la gente y lo que se juntara lo repartíamos entre nosotros porque no teníamos nada. Cambiábamos los boletos de entrada, por tacos para comer. Había gente que hacía comidas corridas en el centro, nos apostaban la comida de la semana y si perdíamos, ayudábamos a atender la gente. Eso fue la liga de ascenso para nosotros", añadió.
Incluso, Milton 'Tita' Queiroz da Güell contó que el hambre que mostraron los jugadores fue clave para llegar a la final de aquella temporada a horas previas de que León juegue una Final más en el futbol mexicano, ahora contra Pumas.
"Este equipo tenía un grupo, su mayoría de jugadores querían un lugar al sol, buscar un lugar dentro del futbol mexicano, pero eran jóvenes que habían ascendido al club León y otros pocos... ahí se formó un grupo chico de experiencia, de buenas personas y grandes jugadores de futbol.
Cuando marcas, marcas historia en el club. Yo tengo una foto ahí con la copa, porque ganamos, porque triunfamos, porque cerramos bien el torneo, no solamente jugamos bien el torneo normal de Liga; jugamos bien la Liguilla y supimos ganarle a los rivales, a Pumas, Cruz Azul y al Puebla. Por eso estamos en la historia.
AL VESTIDOR... ¡PARA NO RECIBIR LA TARJETA ROJA!
Tita era un jugador muy peculiar tanto dentro como fuera de la cancha. Sus anotaciones no solo marcaron época, si no también sus acciones. Una de ellas, cuando dejó el campo antes de ver la expulsión.
"Íbamos perdiendo contra Veracruz, damos la voltereta y en el último momento me da el pase Marco Fabián, meto el gol, me saco la playera y cuando veo que voy llegando cerca del vestidor... agarro la playera... no sé si fue Bonifacio Núñez que viene para expulsarme. Entonces agarro la playera, la aviento al público y me meto al vestidor. La gente pensaba que iba a regresar y no, cuál... me iba a expulsar", recordó.
Pero no solo aquel cotejo fue digno de traer a la mesa, si no también el duelo ante Puebla, el cual definió al campeón.
"El 2-0 es increíble; si tú metes el primero, motiva a los jugadores de "Podemos; es un gol más, nomás nos falta un gol". Yo me acuerdo que metí el primero, luego Castañeda, que no anotaba, pero sí servía mucho porque daba los pases, ese día metió un gol y yo de «Noooo, somos campeones», recordó Tita.
"No sé si Tita se acuerde, pero después de ese 3-1 llega y me dice: "Turro, están muertos, les vamos a ganar". Y volteo yo y lo veo con una seguridad que pensé, pues si la figura me dice eso, por qué no le voy a creer; eso fue mi vitamina de medio tiempo. Ahí fue donde salió la juventud y el hambre que teníamos de ser campeones, los superamos físicamente, los agobiamos. Conforme fue avanzando el partido fue una herramienta para nosotros", finalizó Turribiates.